Pican fuerte, pero ningún mosco que “trajo” Cristóbal transmite dengue

MÉRIDA.- La plaga de moscos que afecta a los meridanos proviene de la ciénega de Progreso, y entre ellos que destaca el “mosco negro”. Todos ellos fueron arrastrados a la capital del Estado a consecuencia de los fuertes vientos de la tormenta tropical Cristóbal, informó el especialista de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Julián Everardo García Rejón.

Consideró que el problema continuará unos días más, debido a las condiciones que prevalecen en Mérida, con respecto a los humedales del Estado.

Precisó que afortunadamente que el Aedes taeniorhynchus o “mosco negro” así como el Psorophoras no se pueden reproducir con facilidad en Mérida, ya que necesitan grandes volúmenes de agua estancada, tal el caso de lagunas, aguadas y ciénegas.

Además, los charcos de la ciudad capital sólo duran una semana, aproximadamente, enfatizó el médico entomólogo.

Comentó que la plaga de mosquitos que prevalecen están en una etapa adulta, de manera que van a vivir una semana, cuando mucho, porque carecen de un hábitat idóneo.

Señaló que en el mundo existen poco más de 40 especies de moscos, y en Yucatán son varias, tanto en el monte como en los humedales y en la ciudad.

De las diversas especies que hay en Mérida, se suman el Aedes taeniorhynchus y el Psorophoras, los cuales son más grandes, resistentes y pican más fuerte.

Resaltó que estos mosquitos se encuentran, por lo general, en el monte o ciénega, se alimentan principalmente de la sangre de animales silvestres de pelaje grueso, tal el caso de venados, así como también de vacas y caballos.

Por eso son más grandes y necesitan tener una probóscide, apéndice alargado que utilizan para romper la piel y absorber la sangre con la que se alimentan.

Explicó que estos mosquitos de ciénega no son transmisores de dengue, Chikungunya o Zika, pero son vectores de la encefalitis equina venezolana, aunque hace más de 40 años que ese virus no circula en México.

García Rejón determinó que por habitar en áreas pantanosas, estos zancudos son muy susceptibles a los insecticidas, de manera que se les puede erradicar con estos productos químicos.

El “mosco negro” proviene de las lagunas de oxidación de Progreso, los cuales se alimentan en grupos grandes, comienzan a picar de manera constante y siguen al ser vivo del cual van a obtener su alimento.

Cuestionado sobre el zumbido, el especialista de la UADY dijo que sucede cuando al volar sacuden las alas, por lo que crean una fricción con el aire y emiten ese sonido.

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