Personaje yucateco: sastre artesano

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Cuando José María González Collí era chiquito, su papá Marcial se negó a llevarlo a trabajar al monte. Y aunque su esposa le insistía, el progenitor fue determinante: “Mi hijo va a aprender otras cosas, acá en el monte no se gana nada, ni tu comida te ganas”, le respondió a su mujer, sin vueltas.

Y José María, de familia de ejidatarios que “hacían monte” para vivir, nunca pisó el lugar donde su papá trabajaba. Y un día, cuando tenía 17 años, aprendió el oficio de sastre y hoy, con 58, es uno de los “sastres artesanos” (así le gusta que le digan) más renombrados de Tekit y dueño de la fábrica de guayaberas “Dzibilchaltún”, que este fin de semana integrará la “Segunda Feria de la Guayabera Tekit 2018”, en el municipio yucateco.

Pero mejor que cuente él mismo cómo empezó en este noble oficio y cómo hoy ve con ojos maravillados y vive en carne propia el gusto que sienten grandes y chicos por las guayaberas y otras prendas artesanales yucatecas, en plena tendencia en el mercado local, nacional y hasta internacional.

¿Cómo empezaste en este oficio?

Como mi papá Marcial se negó a llevarme a “Hacer monte” con él para aprender su trabajo, comencé a laborar en la maquiladora de Ramón Alonzo, aquí en Tekit. Tenía 17 años y nunca había dado una puntada en mi vida. Comencé a aprender de casualidad.

¿Y cómo te fue?

Me dio mucho trabajo al principio y no sabía ni mover la máquina para cocer. Sin embargo, nunca me di por vencido y con mucha práctica aprendí el oficio.

¿Tu familia también se dedica a este oficio?

Si, a mi esposa Victoria la conocí cuando ella trabajaba en otro taller de Tekit. Estamos juntos y nos dedicamos a esto hace 38 años.

¿Podemos decir que son una familia de sastres artesanos?

Sí, totalmente. Tenemos cinco hijos y todos saben costurar igual que nosotros, aunque trabajan por su cuenta. También hacen guayaberas. Nosotros les enseñamos que tienen que aprender a trabajar así valoran lo que hacen.

¿Cuándo se independizaron tú y Victoria y comenzaron a trabajar por su cuenta?

Hace 20 años más o menos. Nos dedicábamos a la maquila de la ropa casual y tomábamos trabajo de Mérida. En un momento nos empezaron a dar cortes de guayaberas para trabajar y así aprendimos sobre la prenda. Un día puse una guayabera en exhibición en el local que tenemos en Tekit y comenzaron a preguntarme si las hacíamos. Yo les decía a los clientes que era sólo una guayabera de muestra, pero insistían en que comprarla. Así empezó todo.

¿Qué cambios notan ahora en los pedidos de guayaberas de la gente respecto a años atrás?

Como empezamos a trabajar la guayabera era sólo blanca, azul o hueso, con cuatro bolsas. Eso era lo que pedía la gente. Con el tiempo nos empezaron a solicitar colores como rojo, negro, coral y verde, además de bordados y otro tipo de terminaciones. Nosotros nos fuimos adaptando a esos pedidos y hoy día jóvenes y adultos, hombres y mujeres compran nuestros productos.

¿Gastan las mujeres en guayaberas?

Sí, más que los hombres y sus modelos se gastan más rápidos. Hacemos para ellas guayaberas, vestidos guayaberas, blusas, vestidos con bordados y hasta batones.

¿Cuántas manos contribuyen en la confección de una guayabera artesanal?

Aproximadamente 20 manos, o sea 10 personas. Primero se corta, se separa la tela, se plancha, se alforza con unos plieguecitos que se dan para costurar, se hacen los ojales, se colocan los botones, se realiza el cerrado de Over, se hace un último plancheo, el deshilado, empacado y por último el embolsado.

¿Por qué se siguen usando las guayaberas?

Porque se va modernizando todo y a los jóvenes les gusta. Buscamos poner modelos nuevos, ver si llaman la atención y así pasa. Vamos fabricando sobre esa ropa que exhibimos y vemos que jala mucho en los jóvenes por las combinaciones que hacemos de colores, bordados, deshilados y otros detalles.

¿Cómo cambia el estado anímico de alguien que luce una buena guayabera?

El otro día platicaba casualmente con otros sastres artesanos y decíamos entre nosotros: “¿Verdad que cuando te pones una guayabera te ves más elegante? Sí, cierto’, decíamos entre nosotros. La guayabera te hace sentir más fresco, se ve bien bonita y además te hace sentir seguro.

¿Qué esperan a futuro?

Estamos contentos y esperamos ansiosos la Segunda Feria de la Guayabera (desde el sábado y hasta el 23 de julio próximo, en la Plaza Pública de Tekit). También esperamos que siga creciendo nuestro local (ubicado en la calle 30 N° 215 x 29 y 31, de la colonia Centro de Tekit) y que continuemos haciendo envíos a Mérida y al resto del país. Por ahora no nos dedicamos a enviar prendas a otros países porque se nos hace difícil reunir los requisitos para exportar.

Sin embargo, con lo que hacemos estamos muy contentos y esperamos que mucha gente nos visite este fin de semana para que tengan la oportunidad de ver nuestros productos artesanales en vivo y en directo.- Cecilia García Olivieri.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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