Personaje yucateco: Creadora de antibióticos para plantas

[vc_row][vc_column][vc_column_text]No sabía exactamente qué quería, pero de algo estaba segura: que no sería una maestra de primaria. Por eso, cuando la desanimaron para estudiar Arqueología, el amor por las plantas resurgió como el Ave Fénix y lo más cercano en ese momento era estudiar Química.

El tiempo, el esfuerzo y grandes maestros hicieron el resto para que la doctora Marcela Gamboa Angulo, 100 por ciento conkaleña que ama las plantitas de su traspatio y sueña con llenar de flores las calles de su pueblo, se convirtiera en una exitosa científica, feliz de hacer lo que le gusta.

En entrevista con Yucatán Ahora, la científica que trabaja actualmente en el CICY, inaugura como mujer la columna semanal de Personaje de la Semana y nos cuenta en detalle más sobre ella. No te lo pierdas:

Cuando en una reunión fuera de tu ámbito laboral te preguntan a qué te dedicas, ¿Qué contestas?

Química. Si vienen más preguntas, doy detalles de mi trabajo.

¿Qué haces exactamente en tu trabajo?

Como los antibióticos sirven para controlar infecciones, nosotros buscamos plantas y hongos de la región que puedan ayudar a controlar enfermedades en plantas como el chile habanero, la papa, el tomate y la papaya, entre otros. Buscamos que todo sea natural para que cuando comamos algo orgánico, lo sea realmente. Muchas veces ves en el súper una fruta deliciosa pero no sabes todo lo que tiene. A las papayas las lavan con productos que controlan hongos patógenos para que no se vean feas porque sino la gente las deshecha. Todas las plantas que investigamos son de nuestra región y no sabemos para lo que sirven hasta que no se evalúan. Además de buscar el control de enfermedades sobre las plantas que comemos, también buscamos valor en nuestra biodiversidad, porque no la conocemos realmente. Vemos una yerbita pero no sabemos todo lo que trae adentro ni para qué puede servir.

¿Cómo empezó todo? ¿Cuándo te picó el bichito de la ciencia?

No sabía exactamente lo que quería, pero sí estaba segura que mi vocación no era ser maestra de primaria. Yo quería ser arqueóloga pero me desanimaron. Entonces, como me gustaban las plantas, lo más cercano era convertirme en químico biólogo agropecuario. Así comencé a estudiar Química y aprendí de todo un poco y trabajé con animales. Tuve dos excelentes maestros: el doctor Salvador Flores en Botánica y el Mtro. Carlos Castillo en Bioquímica. Por ellos comencé en el CICY.

¿Cómo comienza tu día y cómo intercalas lo que haces a diario con tu oficio?

Ahora mis hijos son grandes pero una mujer joven la tiene difícil. La equidad de género todavía no existe aunque en nuestro ámbito nos califican igual a todos, si tienes hijos ellos se pegan más contigo. En nuestro trabajo las exigencias son muy altas: checamos la huella, nos llevamos trabajo a casa, nos evalúan con productividad, hacemos docencia para preparar a las nuevas generaciones, tenemos que leer mucho y trabajar para conseguir dinero para nuestros proyectos, escribimos colaboraciones nacionales e internacionales para difundir nuestro trabajo, hacemos asesorías a estudiantes y colaboramos con colegas de otras instituciones, entre otras. Aparte está todo lo que hacemos en nuestra casa, pero tenemos el privilegio de trabajar en lo que nos gusta.

¿En qué trabajas actualmente?

Ahorita evaluamos plantas de una región no muy explorada en Yucatán para ver si tienen efecto en el control de insectos plagas como la mosquita blanca o los nematos (que son como lombricitas que infectan las raíces de las plantas y las marchitan) y contra hongos que salen en las flores y en la papaya, por ejemplo. Buscamos en nuestra naturaleza para hacer trabajos de monitoreos y así determinar el principio activo para a futuro ser aplicados.

Como mujer ¿Te sientes respaldada o es difícil el mundo de la ciencia para las mujeres?

Hay equidad de género en que podemos ocupar puestos directivos, pero muchas no los aceptamos porque involucra demasiado tiempo de reuniones fuera de horarios, entonces o haces eso o vas a ver si tu hijo hizo la tarea, si lo llevas al médico o si vas al súper. Por eso una pone en una balanza qué quieres, los hijos crecen muy rápido y si no estás con ellos ahora, ¿cuándo?

¿Un hobby que tengas?

Me encanta cultivar mis plantas con flores, también siembro cilantro, rábano y lechugita, todo en el traspatio de mi casa, ese es mi relax. También voy a yoga y antes tejía pero ya no tengo tiempo. El trabajo que hacemos no da para ocho horas, por eso me llevo a mi casa.

¿Un idioma que te gustaría hablar a la perfección?

Inglés me encantaría porque lo leemos, escribimos y comunicamos todo el tiempo en mi trabajo. También me gustaría aprender italiano.

Una fortaleza que tengas

Me ayuda mucho mi carácter fuerte y nunca pienso “No lo puedo hacer”.

¿Y una debilidad?

Soy demasiado sincera y a veces hay que ser más “polite”.

¿Cómo ves a los jóvenes hoy día? ¿Están interesados en la ciencia?

Sí hay jóvenes interesados aunque tienen que prepararse más. El único problema ahorita que tiene la juventud (o fortaleza, según cómo se vea) es que todo lo que existe es virtual. Eso te ayuda porque encuentras la información en un segundo, pero también te distrae. También veo que los jóvenes hoy día no llegan temprano, ese es otro problema.

¿Un sueño?

Estar muy tranquila en mi casa con mis plantas, Jajajaja. No, en serio, un sueño sería reproducir plantas y regalarlas para llenar las calles de mi pueblo Conkal. Soy 100 por ciento conkaleña.

Dales un consejo a los jóvenes que quieran seguir una carrera de investigación.

Que se preparen, que estudien mucho inglés, que lean y sigan sus sueños… Pero que se preparen más que nada. Y que aprenden también un oficio como carpintería, electricidad o cocina, nunca sabes, pero te puede servir.- Cecilia García Olivieri.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comparte
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Notas recientes.

Síguenos

Yucatán Ahora 2024