Participación comunitaria, indispensable para recuperar ecosistemas afectados

En regiones tropicales y subtropicales como la de la ciudad de Mérida, los bosques de manglar representan la vegetación de humedal arbustivo y arbóreo dominante, de ahí la importancia de establecer acciones enfocadas a recuperar ese ecosistema, indicó el Mtro. René Kantún Palma, director de la Reserva de la Biosfera Ría Celestún.

El especialista explicó que en México las principales fuentes de deterioro ambiental son variadas e incluyen la construcción de infraestructura carretera y turística, actividades agropecuarias, camaronicultura, asentamientos humanos, actividad petrolera y desastres naturales como incendios y huracanes.

Comentó que la recuperación de los ecosistemas de manglar depende del tipo y magnitud de la perturbación, así como del escenario ambiental y de las acciones para recobrar procesos hidrológicos y ecológicos.

Explicó que en este caso la estrategia implementada se basa en cinco etapas secuenciales que abordan la identificación de las causas de la muerte de los manglares en cada localidad, las acciones y la determinación del éxito de la restauración.

Esas etapas son la ecología forense, que es identificar las causas del deterioro y muerte del manglar; caracterización del sitio, esto es, descripción física, química y biológica de las condiciones recientes y actuales del sitio a recuperar; acciones de rehabilitación, objetivo, alcances, metas y tiempos estimados; establecimiento del programa de monitoreo de indicadores de éxito, que consiste en la medición de variables clave del agua, sedimentos y biológicas que proporciona información sobre cambios que puedan indicar problemas o progreso de la rehabilitación.

Agregó que la última etapa es la vinculación y/o socialización de la restauración, la cual es de suma importancia pues siempre debe contemplarse la difusión, vinculación, participación y educación de los grupos asociados al ecosistema a rehabilitar o restaurar, ya que esto no se entendería sin la participación de la sociedad en general y en particular de grupos que vivan y/o usan dichos ecosistemas.

El especialista subrayó el papel de la comunidad en la restauración ambiental, tal como se hace en el caso de la Reserva de la Biosfera Ría Celestún.

Explicó que las personas relacionadas con la zona de reserva participan en la construcción de los proyectos a partir de la definición de los objetivos, acciones y metas, aportando su conocimiento tradicional respecto al comportamiento del ecosistema y su sabiduría empírica que permite afinar las variables a considerar que complementan los datos científicos.

“También es importante la intervención comunitaria directa en la ejecución de las acciones de rehabilitación y monitoreo. Los ciudadanos siempre son aliados invaluables en los procesos de restauración de cualquier ecosistema”, expresó.

Remarcó que otro aspecto de importancia es la difusión de la información de las acciones y proyectos a través de pláticas en escuelas, cooperativas y grupos organizados.

Asimismo, indicó que la rehabilitación de humedales de manglar en la Reserva de la Biosfera Ría Celestún es un caso de éxito de recuperación del ecosistema.

“Desde hace años se han realizado múltiples esfuerzos para restaurar y recuperar los humedales de manglar, con resultados alentadores que se pueden definir como caso de éxito y nos dan la pauta de que las cosas se están haciendo bien”, dijo.

Señaló que ese caso ha servido de ejemplo para realizar acciones similares en otras áreas protegidas de la Península de Yucatán.

Puntualizó que las obras y actividades realizadas en la zona permitieron mejorar las condiciones físico-químicas del suelo y el mejoramiento de la hidrología, dando con esto una recuperación favorable de la comunidad de manglar en unas 60 hectáreas aproximadamente, así como la implementación de una estrategia de monitoreo a largo plazo.

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