MÉRIDA.- La prolongada pandemia de Covid-19, que ya lleva cinco meses imponiendo restricciones a la vida cotidiana de los meridanos, ha golpeado fuertemente a negocios como los gimnasios y centros deportivos, que desde hace cinco meses no han podido recibir clientes.
Muchos propietarios de estos lugares han bajado definitivamente la cortina, pero algunos no están dispuestos a perder sus locales y lo que representa su forma de vida.
Este es el caso del gimnasio Blai, ubicado en la calle 42 entre 53-E y 53-D del fraccionamiento Francisco de Montejo, que para no perder su local se ha “reconvertido” en un establecimiento de venta de comida, que funciona como cocina económica de lunes a viernes, y los fines de semana ofrece platos de fiesta y cochinita pibil para desayunar los domingos.
Su propietarias Astrid Tzuc Quiñones, Lupita Chan Pech y Beatriz Rivero Chan, apoyadas por el joven instructor Mario Herrera Tzuc, han cambiado los trajes deportivos por el mandil, y los gritos de motivación se han convertido en pregones de comida.
“Al principio de la pandemia, atendiendo a las indicaciones de las autoridades sanitarias, suspendimos por completo nuestras actividades, y así estuvimos tres meses”, recuerda la maestra Astrid Tzuc.
“En esos tres meses estuvimos soreviviendo de nuestros ahorros y de dar clases en línea, hacíamos grandes esfuerzos por pagar la renta del local, pero luego nos dimos cuenta que el dinero ya era insuficiente y teníamos que hacer algo, porque esto se estaba prolongando de más”, agrega.
“No queríamos perder el local, porque es una buena ubicación, así que nos sentamos a hacer una lluvia de ideas y de ahí salió que la mejor opción era la venta de comida, que era algo que ya hacíamos esporádicamente como hobbie”, señala.
Además, una de ellas, Beatriz Rivero, es chef de profesión. Con esos antecedentes pusieron manos a la obra y comenzaron con la “reconversión” del gimnasio.
Hicieron a un lado las pesas, ligas y otros aparatos que fueron sus herramientas durante tres años, para abrir espacio a lo que es ahora la cocina y el área para preparar la comida o despachar las raciones.
Trabajan mediante encargos y todo es para llevar, no hay servicio de comedor, pues no lo permiten los protocolos sanitarios.
De lunes a viernes funcionan como cocina económica con uno o dos guisos del día, más los básicos, que son comidas que se preparan al momento y puede ser empanizado, a la plancha o chuletas y carne asada a la yucateca. El horario es del mediodía hasta las 4 de la tarde.
El sábado solo ofrecen los básicos porque desde la mañana comienzan a elaborar los platillos de fiesta que se reparten a partir de las 6 de la tarde, pero desde temprano o desde días antes reciben encargos.
El platillo incluye tres guisos que se pueden elegir entre sandwichón dulce o tradicional, ensalada rusa, papa rellena, conitos rellenos, arrolladitos o espagueti.
Los domingos venden tortas y tacos de cochinita, así como órdenes por kilo, todo para llevar, desde las 7 de la mañana hasta el mediodía.
También preparan postres, como un pastel de galleta delicioso.
“Si bien no es lo que estamos acostumbradas, es una manera de mantenernos activas y de salvar el local, ya vimos que esto va para largo y no se ve cercano el día que estemos en semáforo verde, que es cuando podríamos abrir”, expresa la maestra Astrid, quien por cierto es esposa del comediante Mario Herrera Casares, mejor conocido como “Dzereco”.
“Ya nos dijeron que los gimnasios van a ser de los últimos en abrir”, expresa con algo de tristeza la instructora, quien ya añora hacer que sus alumnos y alumnas ejerciten los músculos, pero mientras tanto ahora los deleita dándoles gusto a sus antojos.
La cocina se llama Con el Sabor de Mamá y puedes hacer encargos al 9991 006064 y 9995 753697.