MÉRIDA, 13 de abril de 2020.- Entre los olvidados, los migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos ocupan quizá el escalafón más bajo.
En medio de la peor pandemia de la que se tenga memoria en el vecino país, los indocumentados tratan de sobrevivir sin recibir ningún tipo de apoyo del gobierno estadounidense.
Este es el caso de Adolfo (nos pidió no revelar todo su nombre por seguridad), un yucateco que vive desde hace más de 10 años en Nueva York, la ciudad más golpeada por el coronavirus Covid-19 en Estados Unidos.
Contrario a lo que sucede con la inmensa mayoría de migrantes yucatecos, Fito (como lo conocen habitualmente) se fue a la Gran Manzana, donde predominan migrantes mexicanos provenientes de Puebla, Zacatecas y Michoacán.
Desde hace ya casi un mes esta familia yucateca de tres integrantes vive encerrada en su pequeño departamento, donde están sobreviviendo de sus ahorros, pues la barra donde trabajaba Fito cerró por el coronavirus.
Han tenido que racionar la comida pues no saben cuándo podrán volver a la vida habitual en Nueva York, que es el epicentro de la pandemia en Estados Unidos.
“El encierro no es tanto problema, pues casi no salimos, de la casa al trabajo y del trabajo a la casa… lo que sí me preocupa es que el dinero no es eterno, tengo mis ahorros y de eso estamos comiendo, pero la verdad sí quiero que esto pase pronto”, informa Fito en entrevista por videollamada.
Luego de pasar su infancia en Mérida, Fito emigró a Tulum, donde montó una vulcanizadora de llantas, y de ahí le salió la oportunidad de ir a Nueva York, donde recientemente celebró los XV años de su hija.
Por cierto, en la Gran Manzana las temperaturas son bastantes frías aún, lo que contrasta con los 43 grados que se registraron ayer en Mérida.
“Extraño el calor y mi gente, el mar y la comida”, confiesa Fito para dar por concluida la entrevista.