No inspira como las aves canoras, pero un zopilote es ya popular personaje en Mérida

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Quizá no sea de las aves que comúnmente quisieran verse en las ciudades, pero un zopiloto o chombo, como se le conoce en Yucatán, se ha convertido ya en parte del paisaje urbano en la zona oriente de Mérida.

Es verdad, no es de las aves canoras que a tanto poeta yucateco han inspirado, incluso puede decirse que es repugnante, pero esta pájaro carroñero permanece en tierra por necesidad más que por gusto.

El chombo se pasea por tierra debido a que no puede volar, pues está herido de una de sus alas.

Este impedimento lo ha llevado a recorrer las calles caminando y dando pequeños saltos cuando la situación lo amerita, por ejemplo para librar un auto o para llegar más rápido cuando ve comida.

Si bien que camine por las calles ya es extraordinario, lo es más el que ya ha aprendido a cruzar las calles en transitados cruceros, pues ya “aprendió” esperar a que el semáforo esté en luz roja para pasar entre los autos.

El zopilote apareció a principios de esta semana en calles del oriente de Mérida, en la zona del fraccionamiento del Parque, y desde entonces se desplaza por las colonias y fraccionamientos aledaños.

Llama la atención que no se atemoriza ante la presencia humana, al parecer porque ya aprendió a convivir con ellos por no poder volar, de manera que generalmente son las personas las que se alejan cuando lo ven.

Se desplaza con más frecuencia sobre los camellones de las avenidas, pues ha “entendido” que así se protege de los vehículos.

Al llegar a un crucero con semáforo se detiene y espera a que los vehículos terminen de pasar para reanudar su marcha y de esta forma no ser atropellado.

El zopilote se ha vuelto la sensación de los vecinos de la zona, muchos de los cuales se acercan para fotografiarlo y grabarlo en vídeo, aunque son muy pocos los que le avientan comida, quizá porque piensan que este animal se alimenta solo de carroña.

Este domingo el ave se paseó por el Circuito Colonias, incluso llegó a la tienda Chedraui oriente, donde algunos trabajadores le arrojaron frutas descompuestas, que devoró el animal rápidamente.

Según vecinos de la zona, el zopilote no ha tenido graves problemas con gatos y perros callejeros porque los primeros le temen por el tamaño y a los segundos no les ha interesado atacarlo, salvo uno que otro que lo ha hecho correr y saltar cuando le ladra.

Los vecinos creen que podrá volar de nuevo cuando le sane la herida, aunque no están seguros de que esto suceda antes de que sea atacado por otro animal o atropellado por algún vehículo pese a la astucia que ha desarrollado para cruzar las calles. (Con información del sitio web Formal Prisión)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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