Miles de jóvenes yucatecos tienen un empleo precario.

La alta demanda de mano de obra del sector terciario -comercio y servicios- establece altas dificultades en la contratación enfocada al rubro más joven de la sociedad que recibe los salarios más bajos del tabulador estatal. Según reporta “Alianza Jóvenes con Trabajo Digno”, organismo de la sociedad civil, en Yucatán unos 330 mil jóvenes enfrentan dificultades para encontrar un empleo mejor remunerado.

En el marco del primer Foro Jóvenes con Trabajo Digno en Yucatán, Angelica Jasso, coordinadora de este programa señaló que, gran parte de la fuerza laboral de nuestro estado está sujeto a salarios muy deprimidos, lo que se agudiza con las escaladas inflacionarias que se suceden de manera constante que erociona directamente su poder adquisitivo y sus condiciones de mejora económica.

Señaló que, gran parte de los jovenes tienen empleos con sobrehorarios, bajo condiciones precarias y salarios bajos. La ONG’s señaló que, “muchos de ellos no son ninis, son jóvenes oportunidad” que con herramientas pueden obtener mejores oportunidades laborales.

Sobre este tema, Abelardo Casares Add presidente de Canacintra Yucatán puntualizó que, la prioridad de las empresas del sector industrial es incrementar las condiciones y capacidad de sus colaboradores a mejores niveles de vida y oportunidades de crecimiento, con mejores alternativas para sus familias.

Recalcó que, los sectores primario -agropecuario- y terciario -comercio y servicios- son los rubros económicos que están llevando la mayor carga por la falta de personal, debido a la escacez de mano de obra, alta rotación y abandono laboral debido a los bajos salarios y condiciones de trabajo.

Este problema se refleja insistentemente entre el sector femenino, el pasado 10 de mayo, el Inegi dio a conocer cifras sobre la situación laboral de las mujeres en el estado de Yucatán y detalló que, si bien, la participación de las mujeres en el mercado laboral de Yucatán crece, la pandemia obligó a que, 7 de cada 10 mujeres perdieran su espacio laboral, también motivó a que, muchas de estas madres de familia se incluyen en la informalidad para superar las condiciones económicas.

En cifras del gobierno de Yucatán, al iniciarse la pandemia en 2020 hasta la reactivación económica se perdieron 25 mil 700 empleos, principalmente en el sector comercial y de servicios, siendo las más afectadas las mujeres, en su gran mayoría madres de familia.

La recuperación económica ha permitido que se generen cerca de 55 mil puestos de trabajo; sin embargo, gran parte de las mujeres se mantienen en tareas laborales en la informalidad.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) al tercer trimestre de 2022 y cifras de 2021 ahí se desvela que, siete de cada 10 mujeres que participan en el mercado laboral son madres. Ellas tienden a enfrentar peores condiciones laborales que las mujeres sin hijos.

De esta manera, aúnque la participación económica de las yucatecas es mayoritaria, éstas no alcanzan los beneficios completos debido a que no son empleos formales y muchas de ellas no disponen de las condiciones para mejorar sus ingresos, condiciones y calidad de vida.

Las cifras del Inegi y la evaluación del IMCO indican que, el 58 por ciento de las mujeres con hijos que están en un empleo, reciben menores beneficios que aquellas que trabajan y no tienen hijos.

Este problema se agudiza al establecerse que, siete de cada 10 mujeres de 15 años o más son madres y en promedio tienen tres hijos. No obstante, su rol como cuidadoras no siempre es compatible con el mercado laboral. Esta condición obliga a una serie de complicaciones, con el embarazo infantil, situación que en nuestro estado se reporta en municipios como Kanasín, Suma, Celestún, Halachó, Maxcanú Umán, Acanceh, Chichimilá, Hunucmá y Mérida.

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