MOTUL.- Un menor que trabaja como ayudante de albañil recibió varios impactos de perdigones al entrar al monte a realizar una necesidad fisiológica.
Al sentirse herido, el adolescente de 13 años regresó a su domicilio en espera de que llegara su madre para que lo llevaran a un doctor.
Cuando la mujer llegó a su domicilio, reportó los hechos a la Policía y el menor fue atendido por paramédicos que lo llevaron a la clínica del IMSS.
Acto seguido los uniformados comenzaron las averiguaciones para determinar quién le disparó al menor, quien dijo que estaba trabajando en una construcción y entró al monte a hacer una necesidad fisiológica.
De pronto escuchó unas detonaciones y enseguida sintió un ardor en el brazo izquierdo.
Sin embargo, el encargado de la obra dijo que no conoce al menor y que tampoco escucharon ninguna detonación.
Los policías pidieron entrar a la construcción para revisar y no encontraron indicios de sangre o algo que delatara que alguien resultó herido ahí.
Al parecer, indicaron en la obra, el menor resultó lesionado en otro lugar.