21 de enero 2025

MEGAPROYECTO DE GRUPO XCARET AMENAZA LA SELVA MAYA

Un megaproyecto turístico amenaza la selva maya de Yucatán. Grupo Xcaret pretende instalar 9 hoteles dentro de un megadesarrollo en el municipio de Santa Elena, al sur de Yucatán.

Para ello, la empresa solicitó una autorización de cambio de uso de suelo forestal, que, de lograrse, iniciaría un proceso de deforestación de más de 150 hectáreas de

selva.

Los requerimientos de agua para la operación del proyecto superan 22 veces el volumen anual para todo el municipio de Santa Elena.

Ante ello, Greenpeace México presentó el 19 de julio pasado a la Semarnat una serie de comentarios y alertas respecto a la Manifestación de Impacto Ambiental de este megaproyecto de infraestructura turística en dicho municipio.

Dicho proyecto pretende construir un megadesarrollo turístico en plena selva maya y contempla, entre distintas obras, 9 hoteles de 18 pisos cada uno. La empresa contempla albergar una capacidad máxima de 16 mil 200 huéspedes, cuatro veces la cantidad de la población actual de la localidad de Santa Elena, cercana a la Zona Arqueológica de Uxmal.

El lugar en el que se pretende construir está dentro de una zona de influencia del Área Natural Protegida denominada “Reserva Estatal Biocultural del Puuc”.

De acuerdo a la información presentada por la empresa que quiere construir ese proyecto, también se contempla el desarrollo de macrolotes en diversas secciones del terreno, en los que pretenden desarrollar más proyectos turísticos y espacios residenciales, lo cual ampliará aún más los impactos ambientales durante los próximos años.

Este no es el primer proyecto que Xcaret pretende levantar en Yucatán. Sigue en puerta el parque Xibalbá en Valladolid, el cual fue clausurado en 2022 por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por el impacto negativo que generaba a los cenotes y ríos subterráneos.

Un proyecto de esta magnitud significa la deforestación de casi 160 hectáreas, lo que implicaría talar alrededor de 165 mil árboles. 

Esa intención de deforestación responde a la necesidad de excavar el predio hasta 36 metros de profundidad para introducir elementos ajenos al escenario natural de la zona, entre ellos, cascadas y ríos artificiales.

Los requerimientos de agua para la operación del proyecto ascienden a un volumen de 6,500 m3 al día, lo cual suma 2,372,500 m3 al año. 

Actualmente solo la mitad de la población local tiene acceso al agua potable, según el censo del INEGI de 2020.

En el predio del proyecto se encontraron especies de aves sujetas a protección especial.

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