Medicina tradicional maya-yucateca

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Por: Dra. B. Marina Vera Ku

Para el uso de las plantas medicinales hay que tener el sentido común que viene con el conocimiento y el estudio de sus cualidades. No recomiendo usarlas sin antes consultar con su Médico Tradicional de confianza. Si, las plantas tienen tanto componentes medicinales como tóxicos y pueden interaccionar desfavorablemente con medicamentos de uso regular o con otras plantas (1), por lo que el consejo de un experto sea el Médico Tradicional o el Médico General, es de crucial importancia antes de tomar cualquier remedio.

Habiendo dicho esto, cabe aclarar que existen algunas fórmulas muy conocidas como los tés de manzanilla, de hojas de naranja, de yerbabuena y epazote que son muy leves, y la probabilidad de que causen algún efecto secundario es muy baja. Por otra parte, existen fórmulas más especializadas cuya forma de preparación influye directamente en la efectividad o toxicidad del remedio (2). Con base en lo anterior, antes de usar una planta medicinal, debe asegurarse de tener la respuesta (sin excepción) de las siguientes preguntas: ¿Cuánto de la planta se usa? ¿Cuánto de agua se usa? ¿Cómo se aplica? Esta respuesta es de suma importancia pues las plantas que se usan en la piel (tópicas) por lo general son toxicas al ingerirlas, pero no al usarlas como baño. ¿Cuántas veces se toma (o se unta) al día? ¿Cuántos días? ¿Cuánto se toma? En el caso de plantas que se ponen en la piel ¿se usan de noche o de día? Por ejemplo, cuando se usa la sábila no debe salir al sol.

Las preguntas anteriores son de gran importancia pues es sabido que la diferencia entre veneno y medicina es la dosis (3). También hay que saber si las hojas se usan machacadas, soasadas, en decocción (o sea cocinadas) o en infusión (remojadas en agua caliente por no más de 10 minutos), maceradas, remojadas en alcohol, etc. ¿llevan plantas acompañantes? ¿Se usan frescas o secas? En el caso de los frutos y flores hay qué saber en qué estado de madurez se usan. ¿el remedio se toma tibio o frío? ¿a qué hora se debe colectar la planta para el remedio?

Afortunadamente las respuestas a todas estas preguntas las conocen nuestros Médicos Tradicionales, quienes llevan toda una vida aprendiendo acerca de la medicina tradicional y saben cuánto de la planta y qué parte se debe utilizar.  De acuerdo con Xiu-Chacón (4), los Médicos Tradicionales de la comunidad maya se clasifican en varias especialidades: El H’men que es el sacerdote maya capaz de usar al zaztún o piedra de adivinar para curar males espirituales; El Pul-yahob que cura mediante rituales mágicos y también es conocido como el Huay-chivo, también temido por los pobladores.

Reconociendo mi falta de conocimiento acerca de las especialidades del mundo espiritual, deberé concentrar mi atención en los dzac yahes, quienes son también servidores de la comunidad y en ocasiones considerados por algunos autores como los verdaderos curanderos o yerbateros (entre estos se incluye a las amadas parteras, hueseros, sobadores, y yerberos) quienes dominan a la perfección el conocimiento químico y medicinal de las yerbas y de las plantas. Por su parte, John E. Sidney Thompson (1898-1975), prominente estudioso de la cultura maya dice al respecto: “Es sorprendente el número de textos médicos de los mayas que tratan de la sintomatología de las enfermedades y sus datos están basados en observaciones objetivas de los efectos de ciertas plantas en el sistema del cuerpo humano. Algunas de estas plantas aparecen en la farmacopea de los Estados Unidos de Norte América”. También Xiu-Chacón (4) opina que “su sistema curativo es acertadamente científico y eficaz y se ha demostrado por la inmensa cantidad de literatura médica maya, que muchos europeos copiaron de los manuscritos y recopilaron también durante sus investigaciones científicas (5,6) y que han sido practicadas durante muchas décadas entre los pueblos del área maya.

El conocimiento maya se ha conservado por el aprendizaje de los más pequeños. Algunos Médicos Tradicionales narran que desde niños ayudaban a su abuelita o madre en la preparación de las medicinas y la aplicación de estas a los pacientes. Si nos ponemos a pensar un poco, estas cosas las aprendían los niños por ayudar a su madre, padre, abuela, tíos etc. En los quehaceres de la casa. Tristemente este conocimiento se está perdiendo (7,8). Platicando con una experta etnóloga, ella señaló que la pérdida de conocimiento es causada en parte por un sistema educativo, que si bien, concede ciertas habilidades, minimiza el desarrollo de otras que se aprenden por la convivencia familiar. El problema que se genera es que cada vez hay más jóvenes con licenciatura (e incluso con doctorados) que no tienen trabajo. Un hombre viejo me decía que su muchacho se graduó de licenciado, pero que no tiene trabajo y que no sabe ni agarrar la coa, además de que no quiere ir a la milpa porque le da vergüenza. Finalmente, el joven, no lo puede ayudar a cultivar su parcela para proveer el alimento de la familia. “Yo ya estoy viejo y solo me queda vender mis terrenos para que hagan un fraccionamiento”. es muy triste escuchar esto pues la capacidad de cultivar la tierra, conocer sus secretos y obtener el sustento, corresponden a una ciencia que actualmente se llama agronomía y que nuestros milperos saben y además practican muchas cosas que no se aprenden en una licenciatura. Lo mismo pasa con los Médicos Tradicionales.

Ellos dicen que ya no tienen alumnos, que no tienen a nadie a quien dejarle su conocimiento. Esto me parece grave pues ellos conocen enfermedades hasta ahora inexplicables para la ciencia como el Mal de ojo o el Cirro. Además de varios tratamientos como las hojas de saramuyo, sipche´, ruda y tulipán de monte machacadas en agua y se aplicadas en baños.

Los Médicos Tradicionales también saben de los seres espirituales que se mueven más allá de esta dimensión (unos para mal y otros para bien) así como los orígenes psicosomáticos de algunas enfermedades. A pesar de que nos puede parecer “folklor” o simple superstición, la ciencia ha demostrado vez tras vez que las formulaciones medicinales tienen principios activos que, de una manera u otra, sin saber exactamente como funcionan, trae alivio al paciente. Finalmente, desde el punto de vista del paciente, importa muy poco cómo funciona la poción medicinal, lo importante es que funcione y no cause efectos adversos.

El conocimiento de los médicos tradicionales, desde mi punto de vista, equivale a estudios de especialización como maestría y doctorado y los considero un verdadero tesoro de la humanidad por su entrega al servicio de la población.

1) Nasri H., Shirzad H. 2013. Toxicity and safety of medicinal plants. Journal of HerbMedPharmacology, 2(2): 21-22.
2) Vera-Ku B.M. et al., 2010. Medicinal potions used against infectious bowel diseases in Mayan traditional medicine. Journal of Ethnopharmacology, 132:303-308.
3) Wikipedia. 2019. https://es.wikipedia.org/wiki/Paracelso.
4) Xiu-Chacón G.A. 1998.El arte curativo de los Mayas y los primeros médicos de la Península de Yucatán, México. Revista Biomédica. 9:38-43.
3) Restituto et al. (2014). J. Agric. Food Chem. (62) 5296-5304. doi.org/10.1021/jf500739n.
5) Roys, R. L., 1931. The Ethnobotany of the Maya, 2 ed., The Department of Middle American Research, The Tulane University of Louisiana, New Orleans.
6). Osadao R. 1834. El libro judío o medicina doméstica, descripción de las virtudes de las yerbas medicinales de Yucatán. Copia fiel hecha por Don Feliciano Buenfil.
7) Reyes-García V. et al., 2013. Evidence of traditional knowledge loss among a contemporary indigenous society. Evolution and human behaviour, 34: 249-257.
8) Camilla de Carvalho de Brito et al., 2017. The use of different indicators for interpreting the local knowledge loss on medical plants. Revista brasileira de Farmacognosia, 27: 245-250.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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