Más renuncias al PRI: las mujeres jóvenes ya no encuentran espacios

MÉRIDA.- Tras dos años de no ser convocada a los eventos del partido, por grillas internas y por intereses de algunas personas, Alejandra Sarabia Bueno decidió renunciar a las filas del PRI.

“Siempre fue mi visión la cercanía con las personas, ayudar y aprender, sin embargo ese PRI que a las mujeres jóvenes nos ofrecía esa oportunidad ya no existe más”, lamentó.

“Me llevo con mucho afecto a los amigos, amigas y los momentos vividos y me abro a la oportunidad de continuar preparándome, innovando al hacer la labor política y luchando por las causas de nosotras las mujeres jóvenes”, anticipó.

“En los últimos años parece que la política de cercanía del PRI se extinguió y con esa la actividad política de muchas mujeres jóvenes”, deploró Alejandra Sarabia en su carta de renuncia.

“Mi misión es siempre estar cercana a la lucha de la igualdad de las mujeres y del desarrollo de las personas vulnerables, tema que actualmente no tiene congruencia en el Revolucionario Institucional”, agregó.

Desbandada cotidiana

El PRI ya no siente lo duro sino lo tupido de las renuncias, que día tras días se conocen por parte de militantes que se van porque ya no encuentran espacios en el tricolor.

El martes renunció el joven psicólogo Davis Alberto Briceño Guerrero, ex regidor de Ticul, quien dijo que de un tiempo a la fecha ha visto falta de oportunidades en el tricolor para jóvenes como él.

“A pesar de los resultados aportados al partido, del tiempo ofrecido y de mi disposición a continuar en el trabajo partidista, soy un joven que a mis 33 años de edad el partido me ha dejado de tomar en cuenta, ya no soy convocado para desarrollar actividades ni participar en sus tareas, lo que me impuso la necesidad de asumir mi propio destino”, expuso en su carta de renuncia al PRI.

A ritmo de una renuncia por jornada, el PRI ha visto perder en estos días importantes activos. Primero fueron dirigentes, ex secretarios, regidores y otras caras conocidas, pero ahora también ya comenzó la desbandada de liderazgos del interior del estado y la militancia de a pie, la que mueve el partido en las estructuras territoriales y garantiza los triunfos electorales, así como jóvenes que ya no ven futuro en el tricolor.

El domingo dio a conocer su salida del tricolor Jesús Miguel Moguel Aguilar, joven abogado de Tecoh y uno de los militantes más activos del PRI en dicho municipio con amplia trayectoria en las bases pero cada vez que levantaba la mano le decían que no era no su tiempo.

Erick Soberanis Gamboa lamentó que no ve una dirigencia interesada en construir un proyecto basado en la unidad, sino una que le sigue apostando por proyectos perdedores. En la foto, con el ex gobernador Rolando Zapata Bello.

El sábado renunció Jorge Eduardo Canul Quero, quien como muchos jóvenes siente que ya no hay nada que hacer en el PRI, pues lo considera un partido político que ya no escucha a sus militantes, menosprecia a los jóvenes, a sus mujeres e incluso, a los simpatizantes.

“Es un partido que ya no representa a los jóvenes mexicanos en general ni a las causas de la sociedad, su dirigencia se comporta de manera sectaria, y no da oportunidades de participación política al interior de las bases, ni diálogo para poder expresarnos”, escribió en su carta de renuncia.

El jueves de la semana pasada renunció Erick Soberanis Gamboa, activo militante en Progreso, quien lamentó que no ve una dirigencia interesada en construir un proyecto basado en la unidad, en el respeto a la militancia y tampoco ve un proyecto integrador de esfuerzos conjuntos.

El miércoles se fue el profesor Andrés Navarro Catzín, ex alcalde de Sotuta y uno de los liderazgos más importantes en ese municipio y otros circunvecinos.

El líder nato de campesinos y gente del pueblo reclamó que no encuentra coincidencia entre el PRI de antaño y lo que hoy sucede. Antes era “un partido de grandes concentraciones, con candidatos que garantizaban victorias electorales, y no un partido de derrotas anticipadas”, como lo es ahora.

El martes renunció la profesora Nidia Guadalupe Candila Cano, una de las militantes más activas del tricolor en Seyé. Reprochó que las puertas del partido se cierran para gente valiosa y con gran trayectoria, pero son muy generosas para quienes representan derrota.

Un día antes se fue Mario Chim López, militante con amplio trabajo partidista, principalmente en los municipios. Reclamó que en el PRI Yucatán la experiencia partidista es desdeñada, no hay reconocimiento a la trayectoria y se apuesta a la creación de un “club de amigos” y no a la suma del trabajo colaborativo de todos.

El domingo antepasado renunció Martín Antonio Cardeña Sánchez, quien tenía militancia activa desde hacía más de 20 años ocupando diversos cargos dentro de la estructura territorial.

Deploró que hoy ve un partido sin rumbo, una dirigencia insensible ante quienes como él han dado la fuerza de muchos años, de incansable trabajo y en la gran mayoría de sus actividades financiándolas con sus propios recursos.

El sábado antepasado renunció Pastor Canul Zárate, ex alcalde de Cacalchén y ex delegado priista en varios municipios, quien fue maltratado groseramente por el grupo que controla el tricolor en Yucatán.

Al concluir su trienio (2015-2018), Canul Zárate quiso reelegirse, incluso ganó en la contienda interna con una diferencia de 500 votos, pero lo “bajaron” para poner a otro candidato.

Martín Antonio Cardeña Sánchez denunció que el PRI Yucatán es partido alejado de su militancia y con una dirigencia esquiva a sus liderazgos. En la imagen, con el ex candidato a gobernador, Mauricio Sahuí.

Las renuncias diarias comenzaron el martes de la semana pasada cuando Walter Salazar Cano, ex secretario de Desarrollo Social en el sexenio de Rolando Zapata Bello, renunció en medio de fuertes señalamientos contra el presidente estatal del PRI, Francisco Torres Rivas, a quien acusó de haber degradado al partido “a niveles inimaginables”.

Al día siguiente salió el ex regidor Antonio Morales Balderas, quien es considerado uno de los artífices electorales del Revolucionario Institucional. Antes de su salida se le había ofrecido un cargo en el comité municipal del PRI en Mérida, pero lo rechazó.

En su carta de renuncia mencionó que no pretende continuar “en un partido político donde su dirigente es tan pragmático e insensible que hoy se compromete, y más tarde deshonra su palabra con la evasiva y la mentira”.

“Así no se construye la fuerza para enfrentar los retos, sino que se institucionaliza la simulación de la que no me permitiré ser parte, porque hay una militancia que espera y merece respeto”.

Boquete en municipios

El jueves salió Luis Aguilar May, ex alcalde del municipio de Quintana Roo y el único aspirante que podría garantizarle el triunfo al PRI en dicho municipio. Renunció como militante y como miembro del Consejo Político del PRI en Yucatán.

El viernes renunció Antonio de Jesús Aranda Correa, militante con amplia trayectoria dentro del tricolor y en la administración pública, quien también deja los cargos que ocupaba dentro de la estructura del PRI Yucatán: se desempeñaba como secretario estatal de planeación, estrategia y evaluación de la CNOP, cargo del que tomó posesión apenas el pasado 20 de septiembre.

Igual era delegado del PRI en Tecoh, un municipio considerado clave en la recuperación del tricolor.

Hace unas semanas se conoció la salida de Alejandro Rafael Menéndez Bojórquez, quien fue secretario de Desarrollo Rural en el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco.

Igual presentó su renuncia “irrevocable” al tricolor la síndica de Kanasín, Flor de Liz Xóchitl Delgado, quien reclamó falta de apoyo de su partido ante el “pisoteo” de sus derechos

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