Con ayuda de una operadora del 9-1-1, quien les dio instrucciones para realizar maniobras de reanimación RCP, familiares de una niña de 10 años, que intentó suicidarse en la comisaría de Kiní, Motul, se la arrebataron a la muerte.
Apenas se percataron que la niña estaba colgada de un árbol de ciruela, la descolgaron inconsciente y carente de signos vitales.
En medio de la desesperación, llamaron al 9-1-1 donde la operadora aplicó el protocolo de maniobras de RCP, el cual aplicaron los familiares dando ciclos de 120 repeticiones hasta que la pequeña comenzó a respirar.
Poco después llegaron paramédicos que la trasladaron al IMSS de Motul.
Los familiares desconocen los motivos que orillaron a la niña de 10 años a cometer el intento de suicidio.
Lo única que saben es que su mamá estaba arreglando la casa y de pronto se percató que la pequeña no estaba en su cuarto.
Al salir a buscarla la encontró en el patio suspedida en un árbol de ciruela, y rápidamente la descolgó.
Eso fue fundamental para que la menor reaccionar a las maniobras de reanimación.