Las milpas mayas, listas para recibir el agua benigna

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Por: Bernardo Caamal Itzá

Mañana 15 de mayo se honra a San Isidro Labrador y los mayas en la antigüedad, lo hacían con los yuuntsiles o los grandes señores de la vida.

La imagen de San Isidro Labrador aún es venerada en estos días en varias localidades mayas de la Península de Yucatán. Los milperos lo tienen por santo patrono, pero antiguamente esta figura reemplazó a los Yuumtsil, a los grandes señores cuidadores de las sementeras.

Los Yuuntsil tienen la función de dar vida al sijnalil, en la naturaleza, por lo que tienen una función directa con los vientos, fuego, agua, suelo, todos envueltos en el manto protector de Yuum k’iin (Sol) y Xma Uj (Luna). La semilla necesita una atmósfera benigna para que germinen.

Entonces las ceremonias del Ch’a’a cháak (para atraer que las lluvias caigan en las milpas) son verdaderos espacios para reconocer el papel de los grandes señores que protegen a la vida, pero también de lo significa el íinaj o semillas para mantener esa esperanza para todos.

A pesar del paso de los años, Yuum Cháak no ha sido totalmente desplazado por San Isidro. Más bien, desde el sincretismo religioso su presencia sigue vigente, no solo por los elementos simbólicos que rodean su figura tal como la presencia del calabazo que se relaciona con el agua, y otros elementos propios de la actividad campesina.

El concepto de Yuum aclara ese papel que tienen como los grandes señores creadores o promotores de la vida. Si le agregamos In Yuum, como el señor que nos dio la vida, adquiere un significado para quien lo pronuncia.

Foto: Cortesía de Víctor M. Chi Pech

Tal vez el concepto de jmen no dista mucho de un significado que lo relaciona como el hacedor o el papel que tiene para entretejer esa relación con los grandes señores de la vida, entonces, tenerlo presente en los eventos ceremoniales es clave para promover esa comunión con todas las deidades presentes en ese territorio, cuya voluntad se expresa en la ofrenda del Saka’- bebida sagrada hecha con maíz-, mismo que es interpretado por el que realiza la ceremonia.

Ahora que se acerca el 15 de mayo, día dedicado a San Isidro, fecha clave para las el íinaj o semillas ya están listas para sembrar, pues se acercan días benignos para cultivar la tierra, aunque las primeras precipitaciones son marcadas principalmente el 3 de mayo dedicada al k’atab che’ o la santa Cruz, día de mucha importancia para todos los mayas cruzo’ob de Quintana Roo.

Finalmente, el 13 de junio, aunque es la fecha en que honran a San Antonio de Padua, en los pueblos mayas es una fecha especial en que las estrellas en el firmamento que se relaciona con Xk’ukikan ¬–Serpiente Emplumada que se relaciona con el viento y agua– y llamado por las comunidades mayas, periodo del tsáab o pléyades para que se cultiven las sementeras.

Tsaab entonces será el encargado de mover vientos húmedos del Caribe y de esa forma lleguen las aguas benignas para el íinaj para que crezcan y se desarrollen, sin embargo, quienes no realicen sus siembras desde el 3 de mayo hasta el 13 de julio, tendrán problemas con plagas y falta de humedad para que germinen sus milpas debido a la canícula que se inicia del 14 de julio y concluye el 24 de agosto.

Esto último, tan solo para entender lo que significa este periodo tan temido por los campesinos ya que influye positivo o negativamente en la producción de sus milpas, se relaciona con atardeceres en donde el cielo se tornan de diversos matices y se alejan las lluvias.

Sembrar entonces el íinaj en el ichkool o milpa tiene un significado profundo para quien lo hace, porque está pendiente de las señales de los Yuuntsil para lograr la obtención de esos alimentos que le dan futuro a estas tierras.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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