Las ánimas llegan a comer en el corazón de Mérida

[vc_row][vc_column][vc_column_text]¿A dónde se fueron las ánimas que pasearon anoche por el Cementerio General de Mérida? Vaya uno a saber… Hoy amaneció otra vez fresco y con sol, dicen que así les gustan los días a los muertos que vienen a visitarnos.

Así que, probablemente, las ánimas se quedaron dando vueltas por ahí y hoy, atraídas por el incienso, el olor de l pib, las tortillas hechas a mano, panes, frutas y flores, se juntaron en la Plaza Grande, donde el Gobierno del Estado le rindió tributo al Janal Pixán con variados altares de instituciones y municipios del Interior del Estado.

Miles de personas de todo Yucatán, así como turistas, se reunieron hoy a partir de las 10 de la mañana en el zócalo meridano y pasearon por cada altar que se le ofrecieron a los difuntos, ninguno igual a otro y todos con un toque especial de cada localidad o institución.

La Escuela Superior de Arte de Yucatán ofreció una performance realizada por sus alumnos con música y baile alusivos a la fecha.

Fue interesante la puesta en escena porque los chavos estaban vestidos con indumentaria de danza contemporánea en lugar de los tradicionales hipiles y trajes de mestizos. La recepción del público fue excelente.

Descalzos, dos jóvenes de Hoctún aguardaban a los visitantes en la entrada del altar y explicaban porqué había pétalos de flores, velas y maíz encerrado en un círculo. “El camino debe ser blanco y con pétalos de flores para las ánimas y nunca de cal, porque a ellas no les gusta. En el centro hay maíz, que es el centro del universo”, explicó la joven.

Del altar de Santa Elena salía un olor maravilloso y distinto al pib o a las tortillas. Las mujeres estaban preparando un delicioso puchero, mientras platicaban y reían en maya.

Vestidos con trajes pintados a mano al igual que sus caras, niños del Taller de Percusión de la Casa de la Cultura de Progreso ofrecieron un pequeño con instrumentos como caracolas.

Por su parte, un grupo de chavos de 15 años del Conalep hacían gala de sus trajes típicos en la puerta del altar de la institución. Dijeron que es la primera vez que venían, que ayudaron a armar el altar y que les encanta el tema de las tradiciones. Karla fue la más platicadora del grupo: “En mi casa mis papás nos enseñan a mantener nuestras tradiciones y por eso para mí es tan importante” ¿Y Halloween? Yadia, Diego, Jacibe, Karla y Kevin contestaron al unísono que “esas fiestas” no les interesan… Que prefieren celebrar el Janal Pixán y todo lo que eso implica.

Como en cada altar había algo distinto, el de Dzoncauich no fue la excepción. Allí estaba Teodoro con su órgano interpretando cantos a los difuntos, novenas y temas de misas. Tiene 65 años y dijo que viene a este evento desde que Víctor Cervera Pacheco era gobernador.

Muchos niños vestidos con trajes típicos se dejaron fotografiar en los altares. Este es el caso del altar de Sudzal, donde cuatro hermanitos (de 2 a 9 años) están sentados muy juiciosos mientras miles de personas pasaban frente a ellos y les tomaban fotos. La hermana más grande contó que es la primera vez que vienen los cuatro juntos y que en la foto del altar estaba su abuelita. Los cuatro dijeron que quieren comer pib, también.

Otros altares hermosos por sus coloridos fueron los de Conkal, Akil, Tekax y Umán, así como de varias instituciones como la Secretaría de Desarrollo Social que, además del decorado tradicional y los niños vestidos con trajes típicos, trajeron hasta gallinas y un corderito.

Y si no faltó color, rezos y decorados alusivos, tampoco faltó comida ya que mucha de las instituciones de gobierno y municipios no escatimaron en recursos para preparar variados platillos para los presentes. Había largas colas para comer pero todos se fueron con la panza llena y el corazón contento.- Cecilia García Olivieri.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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