[vc_row][vc_column][vc_column_text]La sequía que prevaleció en el bienio reciente causó serios daños en más del 80 por ciento de la superficie de la Península de Yucatán, la cual de manera paulatina debido a los recientes acontecimientos meteorológicos, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Dicho fenómeno natural afectó, en los últimos dos años, principalmente la actividad agropecuaria, seguido de las regiones boscosas, entre las que están las reservas naturales, e incluso, las áreas urbanas, por lo que el daño dependió del lugar así como de la prevalencia del problema.
Entre 2016 y 2017 se registraron dos períodos diferentes de fuerte impacto, el cual fue catalogado como de sequía severa, cuyos efectos se dieron a corto plazo con los numerosos incendios forestales, algunos de los cuales se tardó varios días en ser controlados.
De acuerdo con la dependencia federal, el más reciente fenómeno que afectó la región inició en febrero de 2016, en 15 municipios de Yucatán para luego cubrir casi la totalidad de esta región de la República Mexicana.
Tal condición climática concluyó en junio de 2017, cuya última evidencia de impacto fue en dos poblaciones de Campeche.
Afortunadamente, en esta ocasión no se registró la sequía extrema, anomalía que durante la última quincena de mayo y la primera de junio de 2011 laceró a 114 de los 128 municipios que conforman la Península.
Monitor de Sequía
Según el Monitor de Sequía en México de la Conagua de 2016 a 2017, en toda esta región del país se sintieron los efectos de éste fenómeno derivado del cambio climático global, cuya aparición y conclusión fue variable.
Aunque el mayor problema se registró a finales de 2016 y en la última quincena de marzo de 2017, donde en más del 80 por ciento se registraron los efectos de la sequía severa.
La Conagua establece cinco rangos, y enuncia primeramente la categoría de anormalmente seco (D0), seguido de la sequía moderada (D1), la de tipo severa (D2), la extrema (D3) y la excepcional (D4).
Sin embargo, definió el término D0 como una condición de sequedad y no de una categoría de sequia cuya duración es suficientemente prolongada como para causar desequilibrios hidrológicos significativos.
En la primera quincena de diciembre de 2015 fueron seis municipios en los que se registró la evidencia de sequía, específicamente la D1, anomalía que se detectó en Kanasín, Kinchil, Samahil, Tetiz, Ucú y Umán.
La problemática reapareció a mediados de febrero de 2016, en 15 municipios, todos ellos de Yucatán.
Específicamente, Baca, Bokobá, Cacalchén, Conkal, Chicxulub Pueblo, Dzemul, Mérida, Mocochá, Motul, Muxupip, Suma, Tekantó, Telchac Pueblo, Tixkokob y Yaxkukul.
Impacto del bienio
Según el estudio del Servicio meteorológico Nacional (SMN) de Conagua, la sequía severa (D2) aconteció en la última quincena de noviembre y en la primera de diciembre de 2016, afectando 90 municipios, es decir, quedaron exentas las 11 poblaciones de Campeche así como siete de Quintana Roo y 20 de Yucatán.
De tal manera, la problemática D2 retornó a finales de marzo de 2017, hasta abarcar abril y mayo del mismo año, afectando 13 municipios, todos ellos de Yucatán.
Las poblaciones afectadas son Akil, Chacsinkin, Chapab, Dzan, Maní, Muna, Oxkutzcab, Peto, Sacalum, Santa Elena, Tahdziú, Tekax, Ticul, Tixmeuac y Tzucacab.
Finalmente, la última evidencia de sequía en la Península se registró en la segunda mitad de junio de 2017, específicamente, en Carmen y Palizada, municipios de Campeche.
Por ende, en el segundo semestre de dicho año no se ha vuelto a presentar dicha anomalía climática, la cual llegó a su fin a consecuencia de las diversas ondas tropicales y tormentas que impactaron durante la Temporada de Ciclones Tropicales previstos para el Océano Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe, y ahora, con los frentes fríos correspondientes al período invernal.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]