La santería un credo religioso que va en ascenso en Yucatán

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Independientemente de los mitos establecidos en contra de la santería, en Yucatán se trata de una religión afroamericana que crece de manera notable, a tres décadas de su establecimiento en la entidad, afirmó la especialista del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) Peninsular, Nahayeilli Juárez Huet.

De acuerdo con Rigel Patrón, santero radicado en Mérida, la religión se basa en el apoyo de la naturaleza y todos los elementos y movimientos de la misma.

La investigadora del campus Yucatán explicó que la santería es una de las religiones afroamericanas consideradas por sus extraños como anacrónicas, la cual en México permanece desde la década de los 70 del siglo pasado, con un crecimiento considerable.

“En el mundo moderno no solo permanece sino que sigue creciendo y se sigue adoptando y adaptando en diversos países de América Latina y Europa”, acotó.

La santería apareció en América a consecuencia del vínculo de los esclavos africanos con los indígenas de este continente, pero como región lleva casi 50 años de establecerse en el país, y unos tres décadas de estar en Yucatán.

Explicó que antes de su aparición como práctica religiosa, la circulación de sus símbolos en México inició en el ámbito de la música y del cine.

Aclaró que a finales de la década de los setenta, la religión surgió en la Ciudad de México y zonas aledañas, mientras que en Yucatán apareció dos décadas después.

Juárez Huet comentó que a raíz de la migración de cubanos a Estados Unidos tras la revolución de 1959, los primeros santeros que hicieron ceremonias de iniciación en la Ciudad de México provenían de Miami.

Asimismo, los mexicanos iban a Estados Unidos también a iniciarse, regresaban al país ya como santeros.

Recordó que en Cuba las religiones afroamericanas fueron perseguidas y consideradas “de pobres y negros”, pero recientemente fue reconocida como herencia cultural dentro del proceso de patrimonialización.

“A partir de 1990, el boom del turismo religioso en Cuba marcó una importante etapa en la circulación y crecimiento de la santería en América Latina. La isla se convirtió en uno de los destinos más visitados por turistas mexicanos, al mismo tiempo que las migraciones entre la población cubana y de diversos países con los que retomaron lazos influyeron también para que la santería creciera en México”, acotó.

Foto: thecubanhistory.com

Agregó que en Mérida, la presencia de migrantes cubanos no es la causa directa de la llegada de esta religión, sino que se desarrolló a través de la circulación de artistas cubanos contratados por una variedad de bares y restaurantes para presentar shows durante la década de 1990.

“Muchos de ellos eran santeros e introdujeron a varios mexicanos que son de esta generación en esta religión”, apuntó.

Paralelamente, los santeros de Ciudad de México que se instalaron en Yucatán fue la otra vía por la que se asentó la religión en el Estado.

De acuerdo con la investigación de Juárez Huet, en el Censo de Población y Vivienda de 2010 se indicaba su presencia en todo el territorio nacional, sobre todo en ciudades.

En México, es común que los santeros sean católicos, espiritistas o paleros, pues las distintas herramientas de cada práctica dan posibilidades de ayudar a los otros y de obtener un medio de ingreso a través de las consultas.

Asimismo, en Yucatán se asocia con el espiritismo que existe desde el siglo XIX, con curanderos y distintas tradiciones terapéuticas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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