La energía renovable carece de capacidad para reemplazar a combustibles fósiles

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Ante el “colapso energético brutal” que se prevé para los próximos 20 años, la energía renovable carece de la capacidad para reemplazar a los combustibles fósiles, afirmó el analista de la Asociación para el Estudio de los Recursos Energéticos, Edgar Ocampo Téllez.

Lo peor de todo, el establecimiento de plantas de energía eólica y solar ya empiezan a causar serios problemas socioeconómicos, así como enfrentamiento entre comunidades, además que “no son tan amigables al medio ambiente como actualmente propaga la mercadotecnia”.

Advirtió que en Yucatán ya se empiezan a observar este tipo de incidentes, con la construcción de la planta de energía eólica en Dzilam, y lo mismo sucederá en las otras poblaciones donde se pretende aprovechar la fuerza del viento y la energía solar.

Refutó la versión de que “lo renovable” sustituirá de manera inmediata la generación de energía que dan los combustibles fósiles, en primer lugar, porque es inmensa la dependencia que se tiene al carbón, el gas y el petróleo.

“La energía limpia no es la solución al grave problema que se vive y al colapso que se prevé a partir de 2028, ya que para resolver la grave anomalía es necesario reducir el consumo energético per cápita. Hay que apagar el aire acondicionado, dejar las llaves del auto en la casa para salir caminar o montar bicicleta”, acotó durante la conferencia que sustentó.

Reconoció que “seguimos siendo adictos al consumo de combustibles fósiles, ya que actualmente, del total de energía  generada, el 38 por ciento es gracias al petróleo, el 217 por ciento corresponde al carbón, y el 21 porcentual al gas”.

Asimismo, la hidráulica (obtenida con las presas) genera el 3.4 por ciento; la nuclear, el 2.2 por ciento; la eólica, el 0,62 por ciento; la geotérmica, el 0,45 por ciento, cifra similar por el biocombustible, y la solar, el 0,16 porcentual.

“La energía renovable nunca podrá sustituir a los combustibles fósiles, al menos no para los próximos 20 años”, subrayó.

Ante el boom de la “energía limpia” que actualmente se vive, es un “jugoso negocio” para grandes empresarios e inversionistas, además de una gran fuente de contaminación ambiental y degradador del ecosistema.

“El negocio verde es millonario”, aseveró al destacar que cada turbina eólica necesita de entre 100 a 150 toneladas de acero, y cada base de cemento necesita 250 metros cúbicos, además de los minerales que se necesitan para el funcionamiento de la planta.

En el caso de los parques de energía solar, está la deforestación de hectáreas de selvas, es decir, buscan crear un desierto, además que la aplicación de toneladas de herbicidas para impedir que la vegetación dañe la infraestructura o impida el paso de la luz, por lo que sería mayúscula la contaminación del manto freático.

Además, las aspas de los generadores eólicos, en el caso de Dzilam, tienen 110 metros de diámetro y van a una velocidad de  420 kilómetros por hora, por lo que “mutilarán, cercenarán y decapitarán a los búhos, águilas, pelícanos, y otras aves endémicas y migratorias, e incluso, los murciélagos, resultarían afectados.

Por ende, “nada de limpio tienen y mucho menos verde. Todo lo que nos venden es una ficción”, concluyó.

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