MÉRIDA, 16 de abril de 2020.- La situación actual que se vive a causa de la contingencia por el coronavirus, ha ocasionado infinidad de casos relacionados con el ambiente laboral, donde empresas y negocios han tenido que despedir a su personal por falta de ingresos.
Algunos casos han sido de manera injustificada, como el que le ocurrió a A.C., quien fue despedida de la empresa Crío, al no estar de acuerdo con sus políticas salariales, ya que en lugar de recibir un sueldo completo, le estaban ofreciendo pollos, es decir, un pago en especie que ella rechazó y eso fue motivo para su baja.
Esta es su denuncia:
“Estamos atravesando tiempos difíciles y ya he empezado a sentir los efectos de la pandemia COVID-19. Hasta el día de ayer 13 de abril 2020 trataba de adaptarme a esta situación; seguía las indicaciones preventivas y únicamente salía de casa para ir al trabajo ya que yo como muchas personas más tiene que salir todos los días desde muy temprano y esforzarse día a día para llevar dinero a la casa.
Me sentía segura hasta cierto punto ya que contaba con un trabajo estable que cubría mis necesidades básicas; sin embargo hace unos días la empresa en la que laboraba PRODUCTORA NACIONAL DE HUEVO (o Crio como lo conocen) decidió despedirme sin motivo alguno, únicamente porque no estuve de acuerdo con “sus políticas”. (Esta fue la explicación que me dio el señor Lavadores al momento de despedirme).
Hace unos días nos descontaron de nuestro salario la cantidad de 190 pesos sin nuestro consentimiento y sin previo aviso, la única explicación que nos dieron fue que como sus ventas de pollo habían disminuido tenían toneladas de este producto rezagado y tenían que darle salida y se les hizo fácil entregarle a todo el personal tres pollos a cambio del dinero descontado; no se le dio la opción al trabajador de decidir si lo quería o no.
Mis compañeros de otros cedis que afortunadamente pertenecen a un sindicato alzaron la voz y no permitieron este abuso, como ellos tienen ese respaldo se les devolverá su dinero y no se les obligará a tomar por la fuerza el producto (eso es momentáneamente ya que “alguien” está hablando con el representante del sindicato para ver la forma de plantearles nuevamente la situación).
Yo hablé con el señor Hurtado, encargado de Relaciones industriales en el corporativo Crio que es el lugar donde laboraba; le expuse los motivos por los cuales se me hacía difícil aceptar el cambio de mi sueldo por producto, esperaba llegar a un acuerdo justo porque si bien como él me dijo hay que apoyar a la empresa, considero que ya la hemos apoyado en la medida de nuestras posibilidades; primero nos dijeron que por disposición del gobierno no podíamos ir todos los días a trabajar por la cantidad de personas que somos y nos estuvimos turnando los días.
Días que no íbamos a trabajar se iba a cuenta de nuestras vacaciones, nos pidieron apoyar vendiendo pollo y lo hicimos pese a no pertenecer al área de ventas ya que se dio la indicación de que cada colaborador debía consumir una cantidad específica de producto, esto con la finalidad de darle salida a todo lo estancado; no sé cómo haya sido en otros departamentos, pero en el mío nos dijeron que era obligación comprar cuatro kilos de pollo todos los días que fuéramos a trabajar.
Así pues, si iba cuatro días debía comprar 16 kilos de pollo durante la semana y no conforme con esto vino el descuento de los 190 pesos. Es triste darse cuenta que después de un año laborando con esta empresa no sean empáticos con el trabajador, no le pueden descontar la misma cantidad a todos los trabajadores sin considerar el sueldo que reciben.
No es lo mismo quitárselo a alguien que gana 5,000 pesos a la semana que a alguien que gana 1,500 semanal; sobre todo es lamentable que te hayan dado su palabra de no tomar represalias por externar tus inquietudes y te hayan dado la esperanza de analizar tu caso para ver como mediar la situación, y al término del día te manden a llamar y te digan que estas despedida por no querer apoyar a la empresa o mejor dicho por no darles la libertad de que dispongan de tu salario como a ellos mejor les convenga.
Y lo peor es que ni siquiera me hayan querido liquidar con forme a la ley. Es una burla la cantidad que me estaban dando a firmar Lavadores y sobre todo la forma tan déspota e irrespetuoso en el que me hizo énfasis los 190 pesos que me estaban devolviendo. Hago un llamado a todas las personas que quieran apoyarme compartiendo estas palabras, no debemos quedarnos callados ante tanta injusticia; en tiempos difíciles es cuando debemos mostrar la empatía del ser humano” finaliza.
