La brujería sigue arraigada entre los yucatecos

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Actualmente, la brujería se mantiene arraigada en Yucatán, ante los numerosos casos narrados de sucesos acontecidos en diversas colonias de Mérida, pero principalmente en el interior del Estado, afirmó investigadora de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Silvia Patricia Rivero Vega.

Aclaró que en el Estado “son muchas las supersticiones que prevalecen, la gente sigue creyendo, tanto en la brujería buena como en la mala, en las apariciones de personas que se transforman en animales para efectuar algún cometido, pero en todo los casos son testimonios, y como tales no son comprobables”.

Resaltó que la curandería prevalecen para satisfacer la necesidad de salud de las personas, cuyos encargados en las sanaciones, “en algunos casos ofrecen consultas baratas”, pero en otros el costo es alto, tal como ocurre en Tixkokob, con la “Nena”, que a diario gana cerca de 40 mil pesos, y a diario atiende a unas 40 personas.

Consideró la brujería como una creencia y/o práctica que tiene una connotación, que en el caso de Yucatán es un arraigado ritual precolombino pero con influencia española, y en menor medida tiene mezcla africana.

“El cristianismo no mermó la tradición maya, aunque se adaptaron a un nuevo contexto, al cambiar sus rituales al anexar rezos (católicos), para así evitar la matanza de los sacerdotes”, acotó.

Estableció que el men era entre los mayas prehispánicos, el vínculo entre los hombres y los dioses, y ahora es la persona es la persona que tiene la capacidad de comunicarse con entes, así como presidir ceremonias, desde una boda así como el pedir la lluvia a Chaac, a través del cha chac, entre otros actos.

Al participar en el Primer Congreso Interdisciplinario del Sureste comentó que también están vinculados con “las fuerzas del bien” y cuando ocurre alguna desgracia, trata de remediar la situación, además de que con el apoyo del saastun, un cristal, “puede ver el padecimiento de una persona, los males espirituales y físicos”.

“Existen porque tienen una demanda de su servicio además que cumplen con una función, como el permitir que las cosas sean más fáciles y el dar una esperanza”, subrayó.

Explicó que existen dos tipos, el Ah Pul Ya Oboo y el Way oob, los cuales ambos curan y pueden hacer el mal, pero en el caso del primero, se enfoca más a “las fuerzas del bien” mientras que el segundo se le considera como un nahual, es decir, la persona que se puede transformar en cualquier animal, y para ello, tuvo que hacer un sacrificio, en la mayoría de los casos, matar a su familia.

Hoy en día, son al menos cuatro principales tipos de way que prevalecen, personas que pueden transformarse en chivos, perros, toros y gatos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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