La arqueología, tan divertida como un juego de niños

[vc_row][vc_column][vc_column_text]¡Levante la mano quién piensa que es fácil enseñarles arqueología a niños de seis a 12 años! Por si no lo sabían: No, no es fácil.

Porque si para nosotros adultos que no estudiamos arqueología pero entendemos un poco más de qué trata esta ciencia, igual nos resulta difícil imaginarnos un asentamiento maya habitado o pintado de colores fuertes… Nos da trabajo darle vida a una vasija restaurada, a una figura pequeña y desgastada de jade, a una punta de flecha o a un collar de conchas que cuelga de partes de un esqueleto. Imagínese entonces para un chico.

Sin embargo lo que nos diferencia de los niños es que ellos se pueden abrir, se prestan al juego, están dispuestos siempre si del otro lado les responden de la misma forma. Y eso fue lo que hizo este sábado de manera didáctica, amena y divertida el grupo de arqueólogos y restauradores que forma parte de la organización Xíimbal K’aax A.C.,  una agrupación sin fines de lucro para la conservación, investigación y difusión del patrimonio cultural y natural.

Y es que en su quinto aniversario y en el marco de las celebraciones, la agrupación quiso festejar con los más chicos. Por eso invitó hoy a niños seis a 12 años al Parque Arqueológico Granjas, ubicado en Reparto Granjas, para contarles sobre el valor natural y cultural del patrimonio que les pertenece . Con caminatas, juegos y regalos, los chicos conocieron y aprendieron sobre el asentamiento maya Dzoyilá, pasaron una mañana especial y, sin duda, se llevaron algo más que unas horas de juego.

Esto no quita que, durante el recorrido por el asentamiento (que ocupa 15 hectáreas en total y una parte se encuentra en el medio del parque de Granjas, al lado de la Iglesia y el mercado), los chicos escucharan atentos a los arqueólogos hasta que se perdían entre gritos de alegría porque veían un gatito y corrían a acariciarlo. O hasta la fugaz intervención de una serpiente pequeña movió el eje de atención al punto de tener que desplazar el recorrido a otro lado porque no le daban respiro al pobre animal.

Pero todo fluyó muy bien y los arqueólogos supieron ganarse a los chicos de principio a fin. En plática con la arqueóloga María José Gómez Cobá, integrante de la organización y una de las guías de la actividad, explica que Xíimbal k’aax tiene como objetivo fomentar en una sociedad consciente del valor y significado de su patrimonio para un uso responsable que garantice su permanencia y legado histórico.

“Por eso es importante para nosotros acercar a la población a los espacios arqueológicos y hacerlos partícipes de la protección de los mismos a través de diversas actividades que ayuden a entender y comprender el valor histórico y cultural que tienen, y empezar por los más chicos es una de las premisas”, remarca.

La arqueóloga señala que Mérida destaca a nivel nacional por contar con un rico legado patrimonial cuya cultura material es evidente en los parques arqueológicos que se localizan en varias colonias. “Actualmente hay 15 parques arqueológicos como Dzoyilá, pueden ser del preclásico, año 1500 AC y llegar hasta el momento del contacto español”, detalla.

Para María José Gómez guianza y actividades lúdicas que hacen con los niños permite a la sociedad tener una mejor comprensión de los elementos arquitectónicos mayas que vivieron en tiempos más tempranos en nuestra ciudad.

“Es así que la labor para conservarlos y disfrutarlos no solo recae a nivel institucional, sino que somos nosotros los ciudadanos a quienes también nos corresponde apoyar y colaborar en su mantenimiento, evitar alterarlos, saquearlos o impactarlos de manera negativa para que disfrutemos del entorno en el que alguna vez habitaron de nuestros vecinos prehispánicos”, agrega.

Durante la actividad los chicos fueron guiados también por los arqueólogos Silvia Estrada y Luis Domínguez, quienes con un relato ameno para niños y respondiendo a todas las preguntas, hicieron que estos chicos revivieran cómo eran los mayas hace miles de años.
Les contaron sobre las plataformas donde hacían sus viviendas (no arrasaban con lo ya construido, sino que iban edificando encima) y las viviendas eran de cimiento y madera, cubiertas de colores. También remarcaron la importancia del concepto de familia que tenían los mayas, vivían juntos o muy cercanos porque consideraban que unidos eran más fuertes.

Luego del paseo, los chicos participaron de actividades y juegos como “Arqueólogos por un día”, en el cual analizaron como hombres y mujeres de ciencia un esqueleto hallado con vasijas y otras cosas. También jugaron a la lotería y pintaron dibujos.

Al final de las actividades, los integrantes de la organización Xíimbal K’aax les regalaron libros con fábulas y cuentos y pegatinas a cada participante.

Xíimbal K’aax también realiza trabajos comunitarios y su servicio se enfoca en asesorar, investigar, orientar y sugerir a los proyectos turísticos del interior del estado sobre las condiciones óptimas para el aprovechamiento de los recursos naturales y culturales con el propósito de planear y diseñar estratégicamente y así evitar impactos o agresiones que dañen su patrimonio.

Asimismo realizan inspecciones físicas en sitios afectados, localizan, identifican y registran dichas afectaciones para interponer las denuncias a las instancias correspondientes. También dan pláticas, talleres y cursos teórico-prácticos dirigidos a niños, jóvenes, profesionistas e instituciones gubernamentales y privadas, con el propósito de valorar, concientizar, capacitar, informar y difundir el patrimonio cultural y natural.

Facebook: Xiimbal K’aax.- CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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