Kinchil está de luto: fallece septuagenaria enfermera

El municipio de Kinchil se encuentra de luto por la muerte de la enfermera Belty Yolanda Pech Poot, recipiendaria de la Medalla “Felipa Poot Tzuc” 2020 y quien por más de 50 años ayudó a la gente de toda la zona poniente con curaciones, suturas y procedimientos de todo tipo, sin importar el día y la hora.

Con 78 años cumplidos, ella dedicó toda su vida al servicio de los demás, tal es así que, a pesar de la pandemia, recibía gente en su domicilio, ubicado en la calle principal de la población, y atendía con la paciencia y destreza que sólo medio siglo de arduo trabajo le han permitido.

Por esa dedicación, el 30 de octubre de 2020 recibió de manos del alcalde Carlos Valentín Pech Dzib la Medalla “Felipa Poot Tzuc”, de la cual dijo sentirse muy emocionada por este reconocimiento en vida, ya que también se le había conferido preseas por sus 30, 35, 40, 45 y 50 años de servicio, respectivamente, de parte del sector salud.

“Donde me llamen a poner una inyección, yo me iba, por lejos que esté, era mi oportunidad de aplicar esa inyección, de servir a esa persona, de que recobre su salud, de que yo la vea bien: mi interés era sanar a la gente, ayudarles a recobrar la salud”, platicó en aquella ocasión Belty. 

Tras concluir sus estudios en el hospital 20 de Noviembre, lo que ahora es el Hospital Regional número 12 “Benito Juárez”, estuvo trabajando como suplente en Izamal y Kinchil; luego se trasladó a Ticul, donde recibió su base, y en Tekax, sitio en el que permaneció por 10 años.

En 1973 fue enviada a Hunucmá y después a la comisaría de Sisal, lugar en el que sirvió por 43 años y fue pilar para la gestión y construcción del centro de salud del lugar. Se jubiló en diciembre de 2017, pero su vocación no terminó ahí y siguió atendiendo a la gente de Kinchil, Samahil, Celestún, Tetiz y comisarías.

A su vez, recibió la visita del ahora gobernador Mauricio Vila Dosal durante su campaña en 2018, pues Belty iba hasta los rincones más alejados de las comunidades en las que estuvo para auxiliar a quien lo necesite, por lo que compartió sus experiencias con él, quien también le habló de lo que era la propuesta del programa “Médico a domicilio”.

Por todo lo anterior, Belty se había ganado el cariño y respeto de toda la población de Kinchil, pues se sabía que ante cualquier emergencia, ella estaba siempre lista para ayudar. Lamentablemente, el domingo 14 de marzo perdió la vida frente al Covid-19, al igual que su hermana Teresa unos días antes, su asistente en las atenciones que daba en su casa. Descansen en paz.

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