Jovencitas inician a los 13 años su vida sexual

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El problema del matrimonio infantil en México se agudiza y según cifras de investigadores, el 3.5 por ciento de la niñas mexicana entre 12 y 14 años están embarazadas. Las políticas públicas y los procesos educativos y sanitarios no han sido suficientes para contener este lacerante problema.

Fabiola Pérez Baleón, docente e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), presentó la ponencia “Primeros acercamientos a la maternidad temprana”, en el marco del VIII Seminario Nacional de Trabajo Social. En este foro, donde se examinó el tema Niñez, Adolescencia y Trabajo Social, la especialista puntualizó que el 87.5 por ciento de las niñas de 16 años que se embarazan solo logran cursar la secundaria.

Pérez Baleón ofreció cifras sobre el problema del embarazo infantil y sobre las condiciones que se presentan en el matrimonio o la vida conyugal para estas menores. Destacó que el gobierno ha emprendido políticas públicas para tratar de contener este problema y se espera en 2030 poder erradicarlo.

En su ponencia, la experta señaló que, las adolescentes mexicanas viven una transformación muy rápida en su etapa temprana de desarrollo y debido a una serie de factores, primordialmente a los mecanismos modernos de comunicación y consumismo, las obligan o condicionan a ser adultas, sin haber cumplido con su momento de desarrollo emocional.

Con ello y ante modelos y estereotipos prefabricados por marcas y productos, muchas de ellas inician su vida sexual en un promedio a los 13 años. Datos de la investigación presentada arrojan que, el 40 por ciento de las adolescentes entre 12 y 14 años inician su vida sexual con chicos de entre 15 y 19 años; un 22 por ciento con adultos entre 20 y 24 años y un 30 por ciento con adultos mayores de 30 años.

Esta serie de datos, apuntó establece que la vida conyugal o de pareja de una menor muchas veces se transforma al no poder entender su estado emocional en su relación de pareja. Mucho más complicado es cuando la niña vive o se casa con un adulto mayor a los 30 años, repuso.

El problema para las adolescentes se magnifica ya que un 45 por ciento tiene que abandonar la escuela para atender su relación y su familia y por ello sus niveles educativos solo registran la secundaria. Las cifras de la investigación reportan que un alto porcentaje de estas menores que se embarazan deben de trabajar desde los 16 años, con empleos muy bajos y mínima remuneración económica.

El estudio realizado por la docente destaca que los problemas del matrimonio infantil en el país no han sido debidamente atendidos y que las políticas públicas que se implementan no logran alcanzar al grueso de la población que deben de recibir la información y la concientización sobre este tipo de problemas.

El estudio emprendido por la especialista, advierte que el fenómeno (embarazo infantil), se reproducen mucho más en las zonas urbanas que en las rurales. Pero es importante establecer, dijo que hace falta muchos más estudios y valoraciones sobre estos mecanismos para apoyar las políticas públicas.

Puntualizó que, es preciso impulsar modelos educativos de formación donde el sector salud tenga injerencia para llevar mensajes mucho más claros y contundentes para contra restar este problema y que la información se divulgue tanto en escuelas públicas como privadas.

Es preciso trabajar más con los padres de familia, a fin de advertir, con sus hijos adolescentes los problemas que se presentan por situaciones sobre la salud sexual y reproductiva y sus posibles efectos, sostuvo.

De igual manera, docentes y médicos deben de trabajar en tareas de capacitación para ofrecer mensajes claros, sistemáticos y reflexivos sobre el problema del matrimonio infantil, sus condiciones y mecanismos, pero también sobre los problemas que implican y derivan en atención del conocimiento de los adolescentes, suscribió.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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