Investigan muerte de tortugas aplastadas por un trascabo en Uaymitún

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Ante el ecocidio registrado en la playa de Uaymitún, donde un trascabo aplastó al menos un nido de tortuga de carey, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inició una investigación para el deslinde de responsabilidades.

Por lo pronto, ya se ubicó el lugar de los hechos, en el kilómetro 10.8 de la carretera costera Progreso-Telchac Puerto, y se confirmó que la pesada maquinaria serviría para remover el material pétreo que hay en la playa, además de que se investiga si hay permiso para trabajar en un área federal.

Igual se inspecciona el sitio para determinar el número de nidos afectados así como la cifra de huevos de tortugas dañados con el paso de la pesada máquina, los cuales estaban por eclosionar.

De acuerdo con una denuncia ciudadana, el trascabo fue alquilado por un conocido empresario, quien mandó a limpiar la playa ubicada frente a sus casas veraniegas, aprovechando la temporada vacacional, sólo que sin permiso alguno.

Tras la publicación de la denuncia en Yucatán Ahora, personal de la delegación de la Profepa inició una investigación contra quien resulte responsable, por el delito ambiental causado a la altura de la entrada ABC de Uaymitún.

Los denunciantes señalaron que el trascabo retiraría las piedras que estaban en la duna costera, las cuales fueron colocadas por el mismo empresario.

La Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del gobierno del Estado indicó que el área afectada no corresponde a sus tres Centros de Protección y Conservación de la Tortuga Marina, ubicados en Telchac Puerto, Dzilam de Bravo y Sisal, por lo que el área es de competencia federal.

La dependencia estatal se deslindó del caso que actualmente está bajo investigación de la Profepa.

La tortuga marina está bajo el resguardo de la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 de especies protegidas así como por la NOM 061 PESC 2006.

De acuerdo con la SDS, a la fecha las amenazas para la tortuga marina son las barreras físicas, como geotubos, escolleras y espigones; cambios en la morfología de la playa; infraestructura turística; malas prácticas pesqueras; urbanización; basura en el mar y la playa; alteración de hábitats de alimentación así como la depredación antropogénica, por medio del saqueo de los huevos y el comercio de los productos y subproductos de la especie.

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