Ingeniero químico de la UNAM asegura que el agua de Mérida está podrida

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Mérida.- El ingeniero químico Humberto Reyes Montiel, integrante de la Asociación de Egresados de la UNAM, denunció esta mañana que el agua de Mérida está “prácticamente podrida” sin que las autoridades federales competentes tomen cartas en el asunto.

Originario de Guanajuato pero con residencia en la ciudad de Mérida, el también fundador de la asociación Ciudadanos Hartos de Guanajuato, dijo que a raíz de las declaraciones hechas por el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambienta (Seduma), es que tuvo conocimiento de este grave problema, por lo que en su calidad de habitante de la capital yucateca asume el compromiso de involucrar a la sociedad civil y organismos públicos y privados en este tema para en conjunto reflexionar y generar un plan de trabajo al respecto.

Señalo que el primer paso es generar una sacudida social, posteriormente involucrar a agrupaciones como la propia Aseyunam y a la Fundación del Empresariado Yucateco (Feyac) y a organismos sociales afines, a efectos de diseñar un proyecto para atender este problema que requiere de un trabajo de más de 10 años para rescatarlo por el grave daño al manto freático.

“Si perforas de 8 a 24 metros, el agua está literalmente podrida y esto impacta fuertemente en los cenotes que, junto con las zonas arqueológicas, son uno de los ejes económicos y turísticos del Estado”, aseguró.

Agregó que en la mayoría de los cenotes de los alrededores de la capital, ya tienen demasiadas bacterias coleriformes. Dijo que incluso la propia Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Yucatán, tiene que perforar más de 80 metros, con lo que cumplen con brindar agua de calidad a los habitantes.

Reyes Montiel reiteró que han sido varias las ocasiones que el doctor Eduardo Batllori ha declarado sobre el grave problema de contaminación que hay en el subsuelo de la ciudad de Mérida. Sin embargo, recalcó que cada vez es mayor el problema de la contaminación de los mantos freáticos, pues como no existe un sistema de alcantarillado que derive las aguas negras hacia lugares donde puedan ser tratadas, la contaminación va afectando cada vez más las aguas del subsuelo.

Reconoció que puede parecer grosero el uso de la palabra “agua podrida”, pero aseguró que solo dando ese calificativo puede hacer que las autoridades, sobre todo del nivel federal, dirijan su atención hacia este problema.

Y por si hubiera alguna duda de este caso, mencionó que mientras los tres niveles de gobierno intentan promocionar a Yucatán para atraer más turismo, la realidad es que con la contaminación de las aguas no solo del subsuelo de Mérida, sino también de los municipios cercanos y del resto de la entidad, podrán ser fuente de enfermedades y con ello “matar a la gallina de los huevos de oro”.

Por último reprochó que las autoridades estatales de Yucatán no le exijan a la federación atender ese grave problema de la contaminación y agregó que el tema debe ser abordado también por los legisladores, sobre todo los federales.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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