Hallazgo arqueológico desecha teoría relacionada a la élite maya

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El reciente hallazgo de ocho anillos elaborados en concha de caracol marino registrado en la zona arqueológica de Cansahcab desecha una de las teorías de la ornamentación de la elite mesoamericana, afirmaron especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Yucatán.

Los objetos están en buen estado de conservación, los cuales fueron finamente elaborados con material propio de la región costera del Golfo de México y Mar Caribe, y aunque en diversas estructuras excavadas se encontraron desechos de talla de materia prima, no se localizó algún taller de trabajo de concha.

La especialista Beatriz Quintal Suáste comentó que debido a la construcción de un parque eólico se realizó un estudio, logrando detectar cerca de 30 mil estructuras prehispánicas en una extensión de seis mil 500 hectáreas.

Al mismo tiempo se realizó un salvamento arqueológico en 380 estructuras precolombinas, y en el caso de la denominada X1229, se encontró un entierro, el cual cambia una de las teorías que prevalece en el área mesoamericana.

“Lo interesante del entierro, más de allá de su ofrenda mortuoria fue el hallazgo de ocho anillos elaborados en concha, específicamente de la especie Strumbus costatus, cada uno con diseños muy peculiares”, acotó durante la ponencia presentada en el marco del Cuarto Simposio de Cultura Maya Ichkaantijoo.

Aclaró que “la concha es un material que en función de una aparición restringida a determinados ámbitos alcanzó una elevada consideración simbólica en la sociedad maya. Por esta razón, una gran demanda en la élite y fueron ampliamente comercializados para ser usadas por los gobernantes en actividades cotidianas y rituales”.

Los anillos elaborados con univalvos tienen un diámetro entre 2 y 2.8 centímetros, los cuales corresponden a un mismo individuo, portando cuatro en cada una de las manos, subrayó.

“El trabajo de manufactura de un elemento tan duro y delicado como es el caracol fue producto de la labor de un especialista”, expresó el arqueólogo Cristian Hernández González.

De acuerdo con estudios y hallazgos anteriores, todos los anillos fueron portados por personajes de la élite maya y de otras culturas de Mesoamérica.

Sin embargo, en el caso del entierro de Cansahcab, está en una zona residencial pero fuera del área monumental, y fenómeno similar ocurrió en Xkambó, sólo en que cistas de las áreas residenciales aledañas a la plaza principal.

“El poseedor de éstos anillos, fueron personajes principales dentro de la sociedad mayas, por lo que no sólo la élite tenía acceso a estos ornamentos”, abundó.

Por otra parte, comentó que en el trabajo también se encontró un recinto amurallado, el cual fue denominado como “Pactunich”, es decir, varias estructuras significativas construidas con piedras megalíticas, de al menos un metro de largo.

Aclaró es una delimitación residencial pero no defensiva, de 400 metros de diámetros y una altura de 80 centímetros, similar a las estructuras hallada en Aké y Ucí.

Finalmente, explicó que el sitio tuvo una ocupación del preclásico tardío al clásico tardío terminal, es decir, data del 300 aC al 1200 dC.

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