Hace falta un modelo de educativo que vincule desarrollo y patrimonio cultural

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Mérida.- México es un país muy avanzando en la protección del patrimonio cultural, pero es preciso que los modelos educativos que se implementan sensibilicen aún más a la sociedad de esa necesidad, para su apropiación, conservación, uso y desde luego difusión.

En el marco del X Congreso Nacional de Estudiantes de Arqueología, evento que se realiza por espacio de dos días en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), el arqueólogo Josep Ligorret Perramón, estableció que pocos países tienen el privilegio de tener un patrimonio histórico-cultural como México; sin embargo, es preciso que la sociedad valore, cuide y preserve este patrimonio, sostuvo.

Al participar en la mesa de debate Conciencia y Pertinencia del Patrimonio Histórico, el especialista explicó que, es preciso que la sociedad entienda y se vincule a las tareas que reclama tener y mantener un patrimonio tan importante como el que tiene cada estado del país.

Es importante que también las leyes para establecer una descentralización de las responsabilidades de este ejercicio, sostuvo. La ley de Conservación del Patrimonio es de hace 40 años y es obsoleta, porque se advierte a las autoridad federal como el único ente responsable del cuidado y protección de este patrimonio y los estados y municipios también deben tener responsabilidad, apuntó.

En México hay cerca de 40 mil sitios arqueológicos, de éstos unos 180 están abiertos al público, pero, cuestionó, ¿qué sucede con los miles de puntos histórico culturales que no tienen esa presencia, ciudadano y preservación? De ahí la necesidad que la sociedad responda a entender cuál es y debe de ser su participación en esa apropiación, pero con ello su conocimiento, valor y determinación para cuidarlo, puntualizó.

El turismo es bueno, pero hace falta aún más porque la propia sociedad debe de ser el garante de la conservación de este patrimonio. No solo se trata de sentirse orgulloso de ser maya por nacer en esta tierra, sino de entender el valor y merecimiento de este legado, de esta necesidad de contribuir a que las generaciones siguientes la conozcan, la valoren y la preserven.

Ligorret Perramón, docente e investigador de la UADY repuso que, Mérida es un caso especial en las condiciones reglamentarias en el rubro de conservación y preservación, porque el Plan Municipal de Desarrollo tiene varios renglones dedicados exclusivamente a la tarea de contención y protección del patrimonio histórico y arqueológico, pero hay muchos municipios que no tienen estas exigencias.

Por ello se mantiene la discusión entre docentes, estudiantes, Iniciativa Privada, organismos civiles y autoridades sobre el uso del patrimonio cultural e histórico. De ahí la urgencia de que se entienda los alcances, metas y propuestas que debe de alcanzar un modelo educativo que sensibilice aún más a la población para advertir y responder a las necesidades de nuestro patrimonio, de nuestra herencia cultural, replicó.

Es importante cambiar los modelos de gestión de los sitios culturales y darles la prioridad que necesitan porque son nuestras raíces, orígenes, nuestra esencia la que se encuentra en ese patrimonio que se debe preservar para seguir teniendo nuestra identidad y no solo imágenes de lo que fue en algún momento el desarrollo de nuestra sociedad de sus primeras tareas comunitarias, insistió.

Tenemos que incluir en nuestra memoria histórica, en nuestras tareas cotidianas la responsabilidad y el cumplimiento de lo que está en nuestras manos para proteger y salvaguardar no solo los sitios arqueológicos, sino cada uno de los productos y valores que nos distinguen y nos hacen diferentes y que marcan nuestra cultura, dijo.

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