-Advierten que un desarrollo inmobiliario ha causado afectaciones a la selva de la comunidad
Campesinos y miembros de la comunidad maya de Ixil presentaron una denuncia comunitaria que ejemplifica los efectos devastadores que está
teniendo la especulación inmobiliaria en Yucatán.
En conferencia de prensa, Jorge Yam Ek, uno de los denunciantes de Ixil, explicó que dicha denuncia se interpuso ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) con el fin de que se investigue al desarrollo inmobiliario Aludra, impulsado por la empresa Gamkov Desarrollos, la cuál está vendiendo lotes en este territorio de manera fraudulenta, y sin autorización ambiental.
“Se trata de tierras ejidales que pretenden despojar a nuestra comunidad, por lo que también mandamos copia de nuestra denuncia al Procurador Agrario, a quien ya habíamos
informado por escrito previamente sobre este atropello”, dijo.
A su vez, Alejandra Kantún Chim, otra de las denunciantes, señaló que el área afectada tiene un gran valor ecológico, pues se trata de selva caducifolia colindante con ecosistemas amenazados y protegidos, como el calichal, la sabana yucateca, el manglar y la ciénaga.
“Está en el área de influencia de la Reserva Estatal Ciénagas y Manglares, y está designada para fines de conservación dentro del Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero de Yucatán (Poetcy). La intención de nuestra denuncia es evitar la destrucción de la selva, y preservar de este modo también la salud de los ecosistemas con los que está relacionada”, apuntó.
También, Según Henry Zaldívar Novelo, otro denunciante, refirió que dicha empresa, en su página web, afirma que ha vendido casi todos los 319 lotes de la primera etapa y está vendiendo otros 349 lotes de la segunda etapa del desarrollo, además de que está pretende construir una nueva ciudad en medio de la selva, en un área sin infraestructura ni servicios.
“Los compradores deberían ser muy precavidos con este tipo de empresas. Con sus bonitos materiales de promoción, están vendiendo algo que no es real, sobre tierras despojadas, y con un terrible impacto social y ecológico”, remarcó.
De igual manera, Mercedes Cocom Noriega, vecina de Ixil, aseguró que l comunidad no permitirá que se construya esta nueva ciudad, símbolo del despojo y de la devastación del medio ambiente.
“Ya hemos detenido la privatización ilegal de más de 5 mil 300 hectáreas de tierras ejidales de uso común, evitamos la apropiación de terrenos nacionales de nuestro territorio por intereses empresariales, y frustramos la instalación de dos megaproyectos energéticos. Nuestra asamblea comunitaria está planteando un modelo de desarrollo basado en la conservación, restauración y uso sustentable de nuestros ecosistemas, por lo que vamos a evitar su destrucción por intereses
ajenos a la comunidad”, apuntó.
En su turno, Marcela García Aguilar, docente en la Escuela de Estudios Superiores de la UNAM, dijo que estudiantes de la Licenciatura “Manejo Sustentable de Zonas Costeras” llevaron a cabo, con apoyo de miembros de la comunidad, un pequeño inventario participativo de la biodiversidad en el área donde la empresa abrió brechas para marcar los lotes.
Pese a ser un levantamiento rápido y muy limitado, precisó que se encontraron ejemplares de 5 especies en estado de protección por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y/o por la NOM-059SEMARNAT-2001.
“Los denunciantes de la comunidad adjuntaron el inventario como sustento de su denuncia ante la Profepa. Nos da mucho gusto haber colaborado con este esfuerzo comunitario de protección de sus derechos y su medio ambiente”, externó.
