Golpea a su hija, a su esposa y a su suegra también

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Un sujeto que le puso sal y pimienta a una fiesta sabatina golpeó, no solo a su mujer sino también a su hija menor de edad y hasta a su suegra cuando quiso intervenir en defensa de la niña y su madre.

El individuo, Rafael Santos Sansores, ya está bien aseguradito en el penal meridano, y este miércoles se le inició proceso penal y se le fijó prisión preventiva por dos meses, mientras concluyen las investigaciones de este caso de violencia familiar.

Los hechos ocurrieron el pasado 22 de diciembre, durante la fiesta de cumpleaños de una hija del sujeto en la colonia Serapio Rendón.

Todo iba en santa paz hasta que llegó Santos Sansores a arruinar todo, pues el golpeador de mujeres llegó bastante alcoholizado y encima fue a comprar más cervezas, lo que no fue del agrado ni de la esposa ni de la hija, y menos de la suegra, dueña de la casa donde se realizaba el cumpleaños.

La verdadera fiesta comenzó cuando el sujeto pretendió ir a comprar más cerveza y su pareja le dijo que no, poque era fiesta de niños, no borrachera.

Esto fue peor que si le recordaran con palabras altisonantes a su progenitora, y comenzó a discutir con su mujer. Incluso se hizo al digno y dijo que si no le permitían comprar más cervezas se iba de la casa (señora se lo pusieron en bandeja de plata, porque sujetos como Santos los venden en bolsitas de 10 pesos el ciento en cualquier tienda Mi Alegría o Simón).

Como no lo dejaron comprar su vicio, se salió de la casa, lo que aprovechó su mujer para cerrar la reja y hasta la puerta, pero quién sabe de qué mañas se valió el sujeto, logró entrar a la casa, y se fue contra la denunciante, a la que golpeó y tomó del cuello.

Entonces intervino la mamá de la agredida, pero Santos le quitó un teléfono con el que estaba llamando a la policía y lo arrojó contra la pared.

Como el demonio de Tazmania, el individuo comenzó a romper lo que encontró a su paso y aventó a su mujer contra unos cristales rotos. Igual golpeó a su hija y cumpleañera cuando le pidió que se calmara.

Por fin alguien llamó a la Policía y Rafael fue detenido. Ahora se enfrenta a proceso penal por violencia familiar, lesiones y daño en propiedad ajena.

Ya duerme en el reclusorio meridano, tras ser imputado y vinculado a proceso penal en doble audiencia.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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