Gamma y Delta desbordaron el Cenote Xlacah, en Dzibilchaltún

MÉRIDA.- El paso de la tormenta tropical Gamma y el huracán Delta por la Península de Yucatán provocó el desbordamiento del cenote Xlacah, de la zona arqueológica de Dzibilchaltún, hasta dos metros de la periferia del cuerpo de agua, informó el secretario general de la sección estatal del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, Daniel Enrique Vega Cepeda.

Indicó que para evitar mayores problemas, el sitio de mantiene cerrado al público en general, al igual que Xkambó, y hasta el momento aún no hay fecha para su reapertura, como anticipamos en nota aparte.

Tras el paso de ambos ciclones, en la primera semana del mes en curso, se optó por el cierre de los sitios, pues en varios de ellos se registraron árboles caídos, a consecuencia del fuerte viento.

En el caso específico de Dzibilchaltún, el cenote Xlacah se desbordó, al grado de que el agua estaba a dos metros de la periferia, motivo por el cual, de manera inmediata se tomaron las medidas de seguridad.

“El suelo (aledaño al bordo del cuerpo de agua) está actualmente resbaloso, está húmedo, y para evitar problemas, el área está cercada”, acotó.

Destacó la labor de la directora del sitio, Pilar Ricaldi Urban, por lo que se busca que la zona arqueológica cumpla con las medidas de seguridad adecuada para establecer la fecha para su reapertura.

El Xlacah es uno de los cenotes más grandes y profundos encontrados hasta hoy en Yucatán, el cual está ubicado aproximadamente a 15 km al Norte de la ciudad de Mérida, es un estanque natural a cielo abierto, de fácil acceso, ya que está a nivel del suelo.

La profundidad en una de sus orillas es de un metro, y conforme se avanza tiene una forma inclinada, la cual llega a alcanzar los 45 metros.

Asimismo, tiene en la superficie una longitud aproximada de 35 metros de largo, por 20 metros ancho. El agua es cristalina y se observan algunas variedades de peces en la parte somera, así como gran cantidad de plantas acuáticas que, en determinadas épocas del año, son más abundantes.

En el lado oeste, donde se encuentra la parte más profunda del área abierta, el fondo del cenote adquiere una forma inclinada y alcanza los 44 metros hacia el noroeste, donde se abre en una amplia galería horizontal, llegando a una profundidad máxima de 54 metros

Vega Cepeda aclaró que a pesar que el sitio está cerrado al público, personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) continúa con las labores de vigilancia y mantenimiento del lugar.

En marzo pasado, en el país se cerraron todas las zonas arqueológicas abiertas al público así como los museos, ante la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus 2 del Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS-CoV-2) causante de la enfermedad Covid-19.

Yucatán no fue la excepción, por lo que a partir del 20 de marzo primeramente se cerró Chichén Itzá, y tres días después, los 16 sitios restantes.

Posteriormente, el 7 de septiembre se programó la reapertura escalonada y gradual de las principales zonas arqueológicas bajo resguardo del INAH, y se permitirá la visita pública de conformidad al Semáforo de Riesgo Epidemiológico por Covid-19.

En el marco de la Nueva Normalidad, el 14 de septiembre fue la reapertura Ek’Balam, Izamal, Mayapán, Uxmal e Xcambó, mientras que en el caso de Chichén Itzá y Dzibilchaltún fue el día 22.

En Yucatán hay 17 sitios precolombinos abiertos al público, pero aún no hay fecha para tal el caso de Acanceh, Aké, Chacmultún, Grutas de Balamcanché, Grutas de Loltún, Kabah, Labná, Oxkintok, Sayil e Xlapac.

Debido a las secuelas que dejó a su paso Gamma y Delta, el pasado lunes 5 se determinó el cierre Chichén Itzá, Dzibilchaltún, Ek’Balam, Izamal, Mayapán, Uxmal e Xcambó.

La segunda reapertura se registró el sábado 10, a excepción de Dzibilchaltún e Xcambó, y hasta el momento no hay una fecha programa para que nuevamente vuelvan a abrir sus puertas.

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