[vc_row][vc_column][vc_column_text]La fuga de católicos es consecuencia del desconocimiento pleno de la tradición cristiana, reconoció el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega, al destacar que opten por migrar a otro tipo de religiones, “deslumbrados ante una nueva ideología”.
Incluso, provoca que en otros casos adopten el ateísmo, por lo que consideró de importante que cada persona se acerque más a su propia religión.
Destacó que al menos en Yucatán es notable la fuerza de la fe, tal el caso de Tizimín, una de las muy pocas ciudades del mundo en las cuales se veneran a los Tres Reyes Magos, y la única en calidad de “Santísimos”.
“Me gusta que aquí, en nuestra Arquidiócesis, la gente lleva con orgullo el nombre de Melchor, Gaspar, Baltazar o hasta el nombre de los tres reunido en el de Gameba.
Durante la misa que ofició en la Catedral Metropolitana de San Idelfonso de Toledo aseveró que “la mayoría de los católicos conoce de tradiciones, pero muy pocos conocen a fondo la Tradición de toda la gran riqueza de nuestra fe”.
Por tal motivo, “hay quienes deslumbrados por las luces que eventualmente les llegan desde otras iglesias, desde otras religiones o desde otras ideologías, se apartan de una fe que ni siquiera conocieron realmente”.
En la homilía recomendó a los creyentes a documentarse más en torno al conocimiento bíblico, adentrase más a los conceptos propios del cristianismo, y a fortalecer aún más su devoción a Cristo.
“Nadie que tenga posibilidad debe quedarse irresponsablemente en la ignorancia de la fe”, acotó al hablar sobre la epifanía.
A consecuencia de ello, aseveró que “no basta lo que aprendimos de niños en el catecismo, ni lo que el sacerdote predica cada domingo, por más buen predicador que pueda ser”, por lo que cada uno debe hacer méritos para conocer su propia religión.
En presencia de numerosos feligreses enfatizó que “por eso sigamos la gran estrella de la luz de Cristo como lo hicieron los Magos, con estudio, oración y camino”.
Al reconocer la ciencia y la sabiduría de los Reyes Magos, “los creyentes debemos respetar a los académicos y hombres de ciencia, que se esfuerzan con rigor intelectual por encontrar la verdad que se esconde en cada palmo de la naturaleza”.
Rodríguez Vega aseveró que son numerosos los académicos y los científicos que aplauden la encíclica “LaudatoSii” del Papa Francisco sobre la ecología integral, pues “aun siendo algunos de ellos ateos o al menos no practicantes de la fe, en la búsqueda auténtica de la verdad han aceptado con respeto las enseñanzas de nuestro Sumo Pontífice”.
Sin embargo, aceptó que la Iglesia en su conjunto no ha sabido valorar ni aceptar los retos que presenta dicho documento.
De esta manera, “los creyentes deberíamos adentrarnos en la ciencia de nuestra fe, por medio de la lectura y estudio de la Palabra de Dios, del Catecismo y de la Doctrina Social de la Iglesia, así como de otras especialidades que le pueden dar luz y fundamento a nuestra fe, para poder dar razón de ella a quien nos lo pida”, subrayó.
Magos no reyes
En la celebración de la Epifanía del Señor, explicó que dicha palabra significa “manifestación”, pues se trata de la manifestación del hijo de Dios en carne humana.
“Hoy es el día de la Navidad para los cristianos del Oriente, celebración popularmente conocida como la fiesta de los Santos Reyes”, agregó.
Evocó a San Mateo, quien en su evangelio relata este vibrante episodio de los Magos de Oriente, y no usa la palabra “reyes”, sino “magos”.
“Les llamamos “reyes” conforme a una muy antigua tradición que se remonta a los Santos Padres de la Iglesia, en razón de que en estos personajes se ve cumplida la profecía de Isaías”, apuntó.
Enunció que “Caminarán los pueblos a tu luz, y los reyes al fulgor de tu aurora… trayendo incienso y oro…” (Is 60, 3. 6), mientras que en el salmo 71 se establece que “Los reyes de occidente y de las islas le ofrecerán sus dones. Ante él se postrarán todos los reyes y todas las naciones”.
Enunció que el adjetivo “mago” se aplicaba a hombres de ciencia, específicamente astrónomos, los cuales “venían observando el maravilloso fenómeno de la estrella extraordinaria que apareció en el cielo y que ellos ya esperaban calculando su aparición”.
Pero más que una estrella, como “sabios buscaban la verdad absoluta que diera sentido y congruencia a todas las demás verdades, y esa verdad ellos la identificaron con la esperanza del pueblo de Israel sobre un mesías que venía para reinar eternamente: la verdad y la esperanza que muchos en Israel habían dejado de esperar, pero que ellos venían buscando con grandes sacrificios y con mucha alegría a la vez”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]