Es el servicio de transporte más barato, pero también el de más alto riesgo de muerte

[vc_row][vc_column][vc_column_text]En lo que va del año, el mototaxi se convierte en el vehículo de transporte público de pasajeros de más alto riesgo, ya que del total de siniestros viales, en el 50 por ciento de los sucesos pereció el conductor y/o pasajeros que iban a bordo de estas endebles unidades.

La problemática aumentó de manera significativa, desbancando a los autobuses, debido al desinterés de la anterior administración, ya que el mototaxi se trata de un servicio irregular y de alto riesgo.

De  acuerdo con la Ley así como el Reglamento de Transporte del Estado, al menos en Mérida está prohibido que estas unidades brinden el respectivo servicio, pero el ahora ex gobernador Rolando Zapata Bello solapó que trabajen y circulen por las calles.

Incluso, el pretexto en aquel entonces del director de Transporte del Estado (DTEY), Humberto Hevia Jiménez, era que “todos los mototaxis son irregulares, es un servicio tolerado pero no regularizado”.

Según el ex funcionario, en Mérida hay 400 unidades que a diario brindan el servicio, distribuidos principalmente en el Oriente, Sur y Poniente de la ciudad capital.

Hasta el momento, en el Estado ya se registraron al menos 554 accidentes de tránsitos en los que están implicados conductores de transporte público de pasajeros, con un saldo de 637 lesionados y 33 defunciones, según información proporcionada por las policías municipales así como por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Con respecto al mismo período de 2017, los accidentes aumentaron en 5.5 por ciento, mientras que el incremento de los lesionados es del 12.5 por ciento, y en cuanto a las personas fallecidas en el lugar de los hechos, durante el trayecto al nosocomio o durante la atención médica, el crecimiento es del 17.9 porcentual, cuando la suma fue de 28 víctimas.

Del total de personas fallecidas, 19 fueron en hechos carreteros, mientras que tres se registraron en Mérida, cifra similar en Peto, dos en Oxkutzcab y Progreso, respectivamente, mientras que el resto fueron en Hunucmá, Izamal, Tizimín y Umán.

En cuanto al género de los occisos, 24 son hombres, el 72.7 por ciento, y nueve mujeres, el 27.3 porcentual.

Asimismo, en cuanto al tipo de vehículo implicado, 12 fueron mototaxis, el 45.8 por ciento, seguido de ocho autobuses, el 37.5 por ciento, tres iban en taxis foráneos y uno, en colectivo.

Los mototaxi son un “servicio vulnerable”, y debido a que son endebles hay un alto riesgo de sufrir un accidente de tránsito, ante numerosos factores, como el pasar por los topes, un paso peatonal, un bache, una piedra en la cinta asfáltica, e incluso por la fuerza del viento o una ráfaga de aire generada por un vehículo al pasar cerca de ellos.

Todo ello, sin contar con las fallas mecánicas o negligencia del conductor, y frecuentemente, los accidentes son provocados por conductores en estado de ebriedad.

Incluso, los mototaxis están excluidos dentro del sistema moderno de transporte público de pasajeros, ya que no cubren las condiciones de seguridad.

Desafortunadamente, al grave problema también se deslindó el presidente del Consejo Estatal de Prevención de Accidentes de Yucatán (Coepray), Rodrigo Ramírez Victoria.

De manera irónica, Evia Jiménez consideró a los mototaxis como “un gran peligro para la sociedad”, e incluso, recomendó no abordarlos, pero nada hizo para controlar la aparición de las unidades.

Como oportunamente se publicó, también se deslindó de los mototaxis y tricitaxis que brindan servicio en los 105 municipios restantes, al establecer que su regularización corresponde a cada alcalde, pero al preguntarle el motivo por el cual la DTEY no establece la misma postura con el Ayuntamiento de Mérida, el funcionario optó por mantener silencio.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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