Encarcelar al “trampero” de Dzityá ayudará a detener el maltrato y tráfico de aves

MÉRIDA, 13 de mayo de 2020.- A poco más de una semana que se conoció la terrible noticia del asesinato de un tucán pico de canoa, el cual se había convertido en mascota en Francisco de Montejo y otras zonas de Mérida, avanza la integración del expediente contra conocido trampero de Dzityá señalado como el culpable de este crimen ambiental.

El sujeto es identificado como E.M.R., alias “El Tebo”, y las evidencias apuntan a que se dedica a construir trampas para atrapar aves, incluso las vende.

También se sabe que es traficante de aves, varias de ellas consideradas especies protegidas.

Se le señala como el responsable de haberle disparado al tucán con un arma de “copitas”, lo que a la larga le causó la muerte al ave, luego de una agonía de tres días, tiempo durante el cual veterinarios trataron de salvarle la vida.

El tucán fue llevado por una persona a una veterinaria para que lo atendieran luego de quedar herido por los impactos que le propinó “El Tebo”, a quien le codicia lo invadió al ver el hermoso pájaro.

Tras enterarse en cuánto podía venderlo en el mercado negro, lo estuvo cazando durante días, pues el tucán frecuentaba zonas del noreste, norte y noroeste de Mérida, incluyendo montes de Dzityá.

Por eso le disparó con el arma de “copitas” pensando que eso aturdiría al tucán sin causarle mucho daño, pero las cosas se salieron de control.

Tras la muerte del tucán se intensificaron las investigaciones que ya habían comenzado apenas el tucán estuvo en la veterinaria, pues por tratarse de un ave en peligro de extinción se puso en alerta a las autoridades ambientales.

Lamentablemente “El Tebo” tuvo mucho tiempo para eliminar evidencias que podían incriminarlo por su actividad como “trampero”, por eso se sigue integrando el expediente para robustecerlo a fin de interpone una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGE).

Ambientalistas están recabando todas las evidencias que pueden para que se proceda contra este sujeto, pues serviría como escarmiento para personas que se dedican a cazar aves para traficar con ellas.

También serviría de lección para aquellos que por ignorancia maltratan a las aves con base en creencias que ya no son de este siglo, como en el caso se conoció hoy contra una lechuza que fue apedreada por considerarla un ave de “mal agüero”.

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