En Tabasco les querían cobrar para vivir tranquilos y emigraron a Yucatán

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Ya pasaron siete años, pero Jesús Cabrera recuerda la llamada como si fuera hoy. Como otros ciudadanos oriundos de Tabasco, él y su familia fueron extorsionados para pagar una cuota a fin de “vivir seguros”. La voz intimidante y que nunca borrará de su memoria dijo así:

“Soy su comandante y amigo. Mi nombre es la última letra del abecedario, soy el encargado de esta zona y a ustedes les toca pagar un derecho para estar tranquilos y seguir una vida normal. Si no pagan corren un peligro extraordinario y puede ser que uno de ustedes ya no amanezca o no regrese de la escuela”.

En aquel entonces Jesús tenía 16 años y uno puede pensar que su papá era un empresario o un político metido en negocios turbios, pero no. Hablamos de una familia “común”, padre médico, madre enfermera y tres hijos en edad escolar. El papá de Jesús tiene un rancho, también. La situación de inseguridad apañada por el crimen organizado hizo que esta familia decidiera inmediatamente emigrar a Yucatán, donde viven hace ya siete años y donde Jesús, con 23 ahora, estudia Criminología y Derecho.

Volver a empezar

“La situación en Tabasco respecto al crimen organizado es una locura y mi familia estuvo afectada por esta situación. Nos extorsionaron con amenazas de matarnos si no pagábamos cierta cuota. Fueron momentos muy impactantes y duros para nosotros, yo tuve que abandonar la preparatoria y mi hermana la universidad para empezar una nueva vida”, recuerda.

El día del llamado, los padres de Jesús supusieron que los extorsionadores sabían que uno de sus hijos iba a la escuela vespertina, sobre todo por la aclaración de “no regresará de la escuela”. Así que, luego del llamado, unos amigos del padres de Jesús fueron a buscarlo a la preparatoria donde cursaba y de ahí lo llevaron a una “casa segura”, donde permaneció escondido con su familia hasta que salieron para siempre hacia Mérida.

“Desconozco en base a qué le pidieron a mi padre esa cuota, ya que él es médico, tiene un rancho y mi mamá es enfermera. A otros familiares y conocidos les hicieron lo mismo. Piensan que alguien que tiene un buen sueldo o un rancho, gana bien, así es la creencia. Y como mi padre además es médico, es buen partido para ellos”, explica Jesús.

El día que los amigos de su padre lo fueron a buscar a la preparatoria, lo recuerda como si fuera hoy: “Entraron y me pidieron que los acompañara, me llevaron a una camioneta y de ahí a una casa de seguridad, donde permanecimos ocultos con mi familia hasta que salimos de Tabasco”, relata.

Capacitación y mejores sueldos

Jesús vive con su mamá y sus hermanas en Mérida y su papá, por cuestiones laborales, regresó a Tabasco pero para llevar una vida totalmente distinta. “Mi papá hizo la denuncia por la extorsión recibida y sé que el caso estuvo como un año para que se resolviera, sin embargo no tengo detalles. Hoy día, en Tabasco, mi padre puso cámaras de seguridad en su casa, puertas metálicas en todas las habitaciones y trancas estilo medievales. Es horrible vivir así, yo sólo voy a Tabasco para verlo y procuramos estar juntos y no exhibirnos. Igual preferimos que él venga a visitarnos a Mérida”, indica.

Para Jesús Yucatán –la tierra que lo acogió desde hace años a él y a su familia- es el estado más seguro de México. “Se ha hecho una inversión notoria en sistemas de seguridad pública y el tiempo de respuesta de la policía es casi inmediato”, señala. También remarca las virtudes que tuvo para el Escudo Yucatán, ya que el estado se encuentra más vigilado y el delincuente se siente repelido a llevar una conducta delictiva.

Estado corrompido

Volviendo a su tierra natal, le preguntamos a Jesús qué considera que mejoraría la situación en Tabasco.

“Sería interesante saber cuánto gana un policía estatal en Tabasco y trabajar en la capacitación que tienen o en qué programas llevan para estar mejor preparados. Es importante que, como aquí, sepan sobre reglamentos, leyes y normas”, resalta.

Sobre la corrupción en Tabasco y antes de contestar, Jesús suspira: “Híjole, es un tema extenso que involucra la cultura del estado. Allí y aunque le dupliques el sueldo a la policía, si la educación no es la adecuada, no se puede corregir algo que ya se sembró mal desde un principio. Definitivamente el error radica en la cultura del tabasqueño, en su sistema de educación y sociedad. El estado está corrompido”, responde tajante

Sobre las próximas elecciones, a Jesús le gustaría que los yucatecos, tabasqueños y todos los mexicanos que vayan a votar y, a la hora de elegir, opten por personas, no partidos.

“Lo importante es saber quién es el candidato, cuál es su trayectoria y sus propuestas, independientemente del partido o la camisa que vista. Hay que hacer a un lado las diferentes posturas políticas para ver quien está debajo de esa camisa con el logo de un partido”, concluye.- CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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