En restringido ambiente, Meade desayuna con liderazgos priistas en Chenkú

[vc_row][vc_column][vc_column_text]En un ambiente con muchas restricciones y un rígido control de acceso, esta mañana José Antonio Meade desayunó con liderazgos priistas en la Hacienda Chenkú, entre los cuales fue evidente la ausencia de la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.

Numerosos priistas que no estaban en la rigurosa lista se quedaron en la puerta esperando. Igual estaban afuera asistentes y personal de los equipos de los ex aspirantes.

Pero quienes entraban tampoco la pasaban bien, pues tenían que dejar sus teléfonos celulares en unos contenedores preparados para la ocasión.

El hecho de andar sin celular propició que los funcionarios públicos, muchos de ellos adictos al teléfono, no pudieran aguantar mucho tiempo y tuvieran que salir a hurgar entre las canastas de celulares en busca del suyo. Una de las que más demoraron en esta labor fue la diputada Verónica Camino Farjat.

Guaruras no permitían que la gente de fuera tomara fotografías y reprimían a quienes sacaban sus cámaras o celulares para captar los momentos de las llegadas del precandidato Meade o de Mauricio Sahuí Rivero, precandidato a la gubernatura, o el gobernador Rolando Zapata.

Menos restrictivos estuvieron cuando arribaron personajes como Jorge Carlos Ramírez Marín, diputados locales y presidentes municipales. A otros, por llegar tarde, nadie salió a recibirlos. En este caso estuvo la diputada Zacil Moguel Manzur, quien llegó hora y media después de la hora a la que los citaron. Según se comentó, al parecer fue a la hacienda El Triunfo, el lugar que inicialmente mencionaba la agenda, aunque se dice que esto fue para despistar a los que pretendieran colarse al evento.

Adentro el ambiente era tenso, los priistas se sentía como en un evento que no era del PRI. Incluso Meade habló como si no fuera parte del PRI.

Hizo hincapié en la unidad priista, pues de lo contrario pueden perder. También se refirió a las cualidades de los ex aspirante priistas a la gubernatura, con los cuales compartió mesa.

En el desayuno participaron 350 personas que comieron omelette de huevo con champiñones y frijol refrito.

Hubo ovación cuando se presentó a Rolando Zapata, y con Sahuí Rivero el aplausómetro estuvo más parco, casi tibio.

Zapata Bello dijo que el PRI ha sido gobierno “y saben lo que es no estar en el poder”. Si no se gana, advirtió, Yucatan tendrá un desafortunado gobierno como el de Patricio
(Patrón Laviada, el primer gobernador panista de Yucatán).

Meade recordó que en Yucatán se dio el primer crédito de Financiera Rural y fue para un hermano de Erik Rubio Barthell (actualmente asesor del Gobierno del Estado) y el crédito que fue devuelto en su totalidad, dijo causando la risa de los comensales.

Expresó que Rolando Zapata ha tenido una buena labor durante estos años, atacando dos áreas importantes: empleo y combate a la pobreza.

El maestro de ceremonias hacía grandes esfuerzos por animar a la concurrencia, que no se motivaba con los intentos de porra que pretendía hacer el del micrófono.

Posterior al desayuno, Jose Antonio Meade y Mauricio Sahuí caminaron por calles de Mérida, antes de sostener un encuentro con los ex aspirantes tricolores al gobierno local, el cual se realizó en la dulcería Colón de Paseo Montejo.

Compartieron mesa con ellos, Roberto Rodríguez Asaf, Liborio Vidal Aguilar, Jorge Carlos Ramírez, Jorge Carlos Berlín Montero, Pablo Gamboa Miner, Felipe Cervera Hernández y Víctor Caballero Durán, así como Carlos Sobrino Argáez, presidente estatal del PRI.

Los políticos priistas tomaron helados de la tradicional sorbetería meridana, seguidos de la cercana vigilancia de guaruras, y algunos políticos “de patio” que se acomodaron en mesas aledañas.

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