En Buenos Aires como en Mérida, los grupos de mamás de Whatsapp son un…

[vc_row][vc_column][vc_column_text]-“¿De qué murió
-De grupo de Whatsapp de mamis”
(Según Roxi).

Dice Google que más de siete mil kilómetros separan a Buenos Aires de Mérida. El clima es distinto (allá están en primavera y acá estamos en otoño), la comida también, así como muchos usos y costumbres.  Hablamos hasta diferente, pues. Ya platicamos en la primera columna de la extroversión acérrima del argentino, contraria a la actitud más reservada del mexicano, por ejemplo… En fin, la lista de diferencias es larga.

Sin embargo, hay algo que es igualito, un calco, como dos gotas de agua. Tan parecido que ni 7 mil kilómetros pueden separar. Tan similar que, en el fondo, da un poco de miedo.

Esperen, hay una diferencia. El nombre.

En México a los grupos de Whatsapp de la escuela de los hijos lo llaman: “grupo de mamitas”. En argentina es el “Grupo de mamis”.  Sólo eso, después, aunque unas madres duerman en hamaca y otras en camas, unas cocinen frijol con puerco y las otras ravioles con tuco; unas les canten a sus hijos canciones de María Elena Walsh y otras de Francisco Gabilondo Soler; TODAS son iguales a la hora de escribir mensajes en el grupo de Whatsapp de mamitas/mamis.

¿Qué pasó con las diferencias? No tengo idea. Y no nos parecemos en las cosas lindas, nos parecemos en las feas: en lo repetitivo de los mensajes, en no ser concretas con la información, en irnos por las ramas, en acusar, en  compartir cosas inútiles, en usar el grupo para cualquier fin que no sea, seguramente, el creado.

Otra similitud: tengo dos hijos, una niña de 11 y un niño de 6. Con la mayor, tanto acá como en Argentina, el grupo de Whatsapp de mamitas/mamis es bastante tranquilo, tiene poco tráfico. Sin embargo, en los dos países me pasó y me pasa que el grupo del niño menor es mucho más concurrido/alborotado/tendencioso y hasta medio mala leche ¿Por qué? Todavía no encontré el motivo.

Las mamitas/mamis usan el espacio cibernético para compartir información útil pero en el 80% de los casos se van por las ramas, opinan todas juntas, se hacen bolas con las consignas, acusan, regañan y hasta dan ganas de salirse, pero uno nunca lo hace por los hijos.

Recuerdo que en Argentina me negué a sumarme al grupo del más chico, en aquel momento en kínder. Ninguna de las otras madres objetó mi decisión. Sin embargo pasaron las semanas y me di cuenta que mi hijo quedaba afuera de actividades, salidas y cumpleaños. Le pregunté a una de ellas por qué pasaba esto y su respuesta fue lisa y llanamente: “Es que todo lo manejamos por Whatsapp y vos no quisiste entrar al grupo”  ¡Zas! Me puso entre la espada y la pared y ahí me ven, entrando al grupo y hasta agradeciéndoles por darme la “oportunidad”.

Mi hijo comenzó primer grado en Argentina, hizo dos meses, llegamos a Mérida y arrancó otra vez primero en septiembre. Esta feliz y muy adaptado. Una de las similitudes como calco entre los dos países, es que las mamis de allá y las mamitas de acá se quejan por Whatsapp de los mismo: “Mi hijo lleva a diario lápices, borrador y otros útiles nuevos y no los trae, le tengo que comprar a diario cosas nuevas”.
El reclamo no está mal, las otras mamis/mamitas las leemos y ya, porque mucho más no podemos hacer. El tema es cuando la mami/mamita que escribe “pone en duda” o “acusa directamente” a los otros niños de que le roban a su hijo. Ahí se pudre todo. Y así pasó en los dos países. Las únicas que pudieron parar esta pelota de dimes y diretes fueron las maestras -acá y allá- explicando que no es una cuestión de robo ni hurto, sino descuidos por parte de nenés de cinco o seis años que deben aprender a cuidar sus útiles.

Personalmente me da hueva leer estos grupos de Whatsapp. Rara vez tengo algo que aportar y siento que, cuando lo hago, soy invisible, pocas veces me responden (allá y acá). Por eso prefiero estar al pendiente pero sin meterme. Y si tengo alguna duda, acudo a la maestra y listo.

Para aquell@s que empaticen con esta columna, les dejo un Decálogo sobre el buen uso del Whatsapp en grupo de mamis/mamitas que hizo el Colegio Beth, en Buenos Aires ¡ Ojalá sea últil!

Ah, y si les pasó o les pasa algo similar, no dejen de compartirlo, estamos aquí para leerlos.

  • INFORMACION SÍ, CHISMES NO: El grupo es muy útil para intercambiar información sobre tu hijo y el grupo de su clase, No lo transformes en un chusmerío.
  • RESPONDE SOLO SI APORTAS ALGO: Por ejemplo, si alguien pregunta “¿De quién es esta chamarra azul que se olvidaron en un cumpleaños? No contestes para decir “Mía no es”.
  • NO SEAS AGENDA DE TU HIJO: si faltó a clases, no pidas tarea por el grupo, ayuda a que asuma las responsabilidades.
  • PIENSA DOS VECES ANTES DE ESCRIBIR: No escribas algo que no dirías en persona y ten en cuenta que la palabra escrita puede ser fácilmente malinterpretada.
  • NO CRITIQUES AL DOCENTE EN EL GRUPO: Si surge algún problema con el maestro o el profesor, háblalo cara a cara para poder escuchar también sus argumentos.
  • RESPETA LA PRIVACIDAD: No compartir contenidos que vulneren la privacidad de nadie o que sea ofensivo hacia otros.
  • NO RIDICULICES A NADIE: Evita los comentarios que dejen en ridículo a otros niños, padres o docentes. Si duele, no es gracioso.
  • MANTEN TU IDENTIDAD: No permitas que tu hijo/a responda en tu teléfono haciéndose pasar por ti.
  • NO EXAGERES CON LOS EMOTICONES: Hay cosas que necesitan aclaraciones. No siempre una imagen vale más que mil palabras.
  • USA TU PROPIO CRITERIO: No todo lo que se dice en el grupo es cierto. Lee, evalúa y expresa tu opinión y si hace falta tu disconformidad.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comparte
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Notas recientes.

Síguenos

Yucatán Ahora 2024