El tzotz, más que un murciélago para los mayas de Yucatán

[vc_row][vc_column][vc_column_text]La cosmovisión de los mayas de la Península de Yucatán hacia el murciélago se mantiene intacta como un ente asociado con la noche, la oscuridad, la muerte, los sacrificios por decapitación y extracción de corazón, la fertilidad y la sexualidad, afirmó el especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Roberto Romero Sandoval.

Afortunadamente, a cinco siglos de la dominación occidental, la tradición se mantiene intacta, tal como lo demostró el reciente estudio efectuado en la región.

“A pesar del tiempo y los siglos de dominación española, los grupos contemporáneos mayas aún resguardan en lo más íntimo de sus creencias conceptos que tuvieron su raíz en el pasado prehispánico, rasgos que permanecen casi imperceptibles en la historia”, acotó.

Remarcó que el murciélago, mejor conocido como tzotz, es parte fundamental de la cultura maya, cuyo concepto prehispánico se mantiene intacto.

El investigador del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM reconoció que esta especie es representada en distintas culturas alrededor del mundo, entre ellas, la maya, aunque con especificaciones únicas.

Describió que en Mesoamérica, la imagen del murciélago aparece desde el Preclásico, en el espléndido pectoral de murciélago en Monte Albán, Oaxaca.

Asimismo, está presente hasta el Posclásico, en el Altiplano Central, en la escultura de barro descubierta en Amecameca, que actualmente se exhibe en el Museo del Templo Mayor.

En el área maya está presente en vasijas, dinteles y esculturas, así como en códices y diversos textos coloniales de tradición indígena.

Destacó que el murciélago fue tomado como emblema de ciudades, como es el caso de Copán; además de que varios poblados llevan su nombre, por ejemplo, Zinacantán, en Chiapas; Zinacantepec, en el Estado de México, y Buctzotz, en Yucatán.

En códices

Romero Sandoval indicó que el simbolismo del murciélago está asociado con la muerte se muestra claramente en los códices Vaticano B, Féjérvary Mayer y Borgia.

En el Popol Vuh, libro sagrado de los mayas quichés, se relata que Hunahpú, hijo del dios Hun-Hunahpú y la joven Ixquic, fue decapitado por Camazotz, el “murciélago de la muerte”.

“Esta asociación del murciélago y los sacrificios es posible gracias a que en zoología existe una especie de quiróptero que se alimenta de sangre, el llamado comúnmente vampiro (Desmodus rotundus)”, subrayó.

Abundó que al quiróptero, además de ser considerado como emblema de muerte, también se le vinculó con la fertilidad y la sexualidad.

Estableció que en un pasaje del Códice Magliabechiano, se establece que Quetzalcóatl envió al quiróptero a morder el interior de la vulva de la diosa Xochiqueztal, y que de ella surgieron flores que no huelen bien.

“Este pasaje nos lleva a asociarlo con el origen de la menstruación. En otras palabras, el murciélago es el encargado de otorgarle a la mujer el don de procreación”, abundó.

Todo parece indicar que la especie de murciélago que está vinculada con la fertilidad y sexualidad sea la del nectívoro, el quiróptero que se alimenta del néctar y polen de las flores.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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