El trío destructivo: obesidad, leptina y cáncer

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Dato Médico/Columna
Por: Axel Burgos

La leptina es una poderosa e influyente hormona producida por sus células de grasa. Desempeña un papel clave en la regulación de la ingesta de energía y el gasto energético.

En la actualidad los investigadores creen que al adquirir más conocimientos sobre cómo interactúa la leptina con sus receptores, serán capaces de encontrar tratamientos nuevos para la obesidad y otros trastornos metabólicos.

Los tratamientos a base de medicamentos probablemente no resolverán la resistencia a la leptina, tal y como sucede con la resistencia a la insulina en la que los medicamentos son ineficaces e incluso pueden resultar contraproducentes.

La mejor manera de tratar el problema de la resistencia a la leptina es por medio de su alimentación. Una estrategia de alimentación integral que se base en grasas saludables y evite los aumentos de azúcar en la sangre mejorará la sensibilidad a la insulina y a la leptina.

De acuerdo con un estudio reciente, la obesidad promueve el crecimiento de tumores existentes, esto independientemente de la alimentación, lo que podría ayudar a explicar por qué los pacientes con cáncer que son delgados muchas veces tienen mejores resultados que sus homólogos obesos.

Investigaciones previas han demostrado que el ejercicio puede convertir las células de grasa “blancas” que aceleran el desarrollo del cáncer en el tipo de células de grasa “cafés” que promueven la salud (un tipo de grasa que genera calor y que quema energía en lugar de almacenarla).

¿Cómo se vuelve resistente a la leptina?

Usted puede volverse resistente a la leptina por medio del mismo mecanismo general que lo vuelve resistente a la insulina- por la continua sobrexposición a altos niveles de la hormona. Si usted lleva una alimentación rica en azúcar (fructosa particularmente), granos y alimentos procesados- el mismo tipo de alimentación que también aumentara la inflamación en su cuerpo- dado a que el azúcar se metaboliza en sus células de grasa, la grasa libera oleadas de leptina.

Con el tiempo, si su cuerpo es expuesto a demasiada leptina, se volverá resistente, de la misma forma en que su cuerpo se vuelve resiste a la insulina.

La única forma conocida para restablecer adecuadamente la señalización de la leptina (e insulina) es evitando esas oleadas y la única forma conocida es por medio de la alimentación. Como tal, la alimentación puede tener un efecto más profundo en su salud que cualquier otro tratamiento médico conocido.

Una estrategia de alimentación integral, que se base en grasas saludables y evite los aumentos de azúcar en la sangre junto con suplementos específicos, mejorará la sensibilidad a la insulina y la leptina para que su cerebro pueda escuchar nuevamente las señales de retroalimentación de estas hormonas.

La Obesidad Ayuda a Estimular el Crecimiento de Cáncer, Sugiere un Nuevo Estudio

La resistencia a la insulina y a la leptina es la raíz del problema de la obesidad, que actualmente es un problema de proporciones épicas ya que también aumenta el riesgo de sufrir otra variedad de enfermedades graves. Al menos 20 enfermedades diferentes han sido atribuidas directamente al sobrepeso. Este problema social ha emergido en tan sólo las últimas cuatro décadas, en gran parte debido a las malas recomendaciones alimentarias.

Una enfermedad relacionada con el exceso de peso es el cáncer. Y de acuerdo con estudio reciente, la obesidad promueve el crecimiento de tumores existentes independientemente de la alimentación, lo que podría ayudar a explicar por qué los pacientes que sufren de cáncer y son delgados muchas veces tienen mejores resultados que sus homólogos obesos.

Un estudio en animales, publicado en la edición de octubre en la revista Cancer Research, demostró que los tumores en ratones obesos crecieron mucho más rápido que en los ratones delgados que llevaban la misma alimentación. De acuerdo con los autores:

“En este estudio, mostramos que la obesidad facilita el crecimiento del tumor en los ratones, independientemente de la alimentación que llevaban, lo que sugiere un efecto directo del exceso de tejido adiposo blanco (tejido graso).  Cuando se trasplantaron en ratones, las células estromales adiposas pueden servir como progenitores perivasculares adipocitos que promueven el crecimiento del tumor, quizá explicando la relación entre la obesidad y el cáncer”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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