[vc_row][vc_column][vc_column_text]Sin recovecos / Por Rafael R. Vega Valladares
La sorpresiva -y no-, designación de Mauricio Sahuí Rivero como precandidato del PRI a la gubernatura reposicionó en todo el país y principalmente en Yucatán a Ivonne Ortega Pacheco, una figura política que ya se enfilaba a ser considerada por muchos como un mal recuerdo como lo han sido algunos otros políticos del Estado.
Cuando menos se hablaba de ella en su tierra natal, por la distancia que supuestamente mantenía de la entidad, la política dzemuleña resurgió con mucho mayor fuerza que cuando se montó el teatro en el que manifestó su apoyo a José Antonio Meade, como candidato presidencial del PRI, y le perdonó a su partido todos los agravios que denunció meses antes.
¿Cuánto ayuda o perjudica la figura de Ivonne Ortega a Mauricio Sahuí? Para unos, ella es la autora de que el ex secretario de Desarrollo Social del Estado sea el abanderado del PRI a la gubernatura y, para otros, la candidatura es más que merecida gracias a su posicionamiento entre las preferencias electorales, fruto del trabajo desempeñado al frente de una de las dependencias con más presencia en la entidad, el trabajo político realizado en los últimos años y la persistencia por ser la máxima figura política de Yucatán.
Como sea, aunque no quiera y no sea una prioridad en su campaña, Mauricio Sahuí deberá poco a poco sacudirse de la sombra de la ex gobernadora y, de su capacidad para lograr esto, le permitirá avanzar en la simpatía del electorado.
El precandidato ha demostrado capacidad, trabajo y -si no hay revanchas ni rencores-, con la estructura que le debe tender su partido tiene posibilidades de mantener al PRI en el Palacio de la 61. Un gran reto para Mauricio del PRI.
Mauricio vs Mauricio
Por su lado, el PAN ya dio el primer paso: disipar las dudas de que el alcalde meridano Mauricio Vila Dosal sea el abanderado a la gubernatura, pero la preocupación de su equipo es saber con quiénes saldrá a pedir el voto en el territorio yucateco.
El diputado local Raúl Paz Alonso, presidente estatal y coordinador de la fracción legislativa del Congreso, insiste en la candidatura al Senado y el ex alcalde Renán Barrera Concha ha solicitado repetir en la búsqueda de la presidencia municipal de la capital yucateca.
Los detractores de ambos dicen que no ayudarían en mucho a Vila Dosal en el acopio de votos para ganar la gubernatura, ya que el primero carga el estigma de ser integrante de un grupo de legisladores federales panistas sorprendidos en una fiesta con teiboleras y estar inmiscuido en el escándalo de los “moches” denunciado por ex presidentes y dirigentes estatales de su propio partido, además de no ser una franca oposición en el Poder Legislativo.
El pecado principal que se imputa a Barrera Concha es la manera en que disolvió un contrato realizado por la priista Angélica Araujo para dotar de nuevas luminarias a Mérida y aunque si bien le devolvió a la ciudad un mejor servicio de alumbrado, dejó a la capital yucateca con un quebranto económico que ya casi alcanza los 600 millones de pesos.
Para el equipo de Vila la fórmula que le permitiría alcanzar más votos es la candidatura de Joaquín Díaz Mena al Senado por su amplio conocimiento y presencia del interior del Estado que le dio en la elección pasada 440 mil sufragios y la postulación de Cecilia Patrón Laviada por la alcaldía de Mérida cuya figura es reconocida y apreciada en amplios sectores de la llamada “joya de la corona”.
Así, el reto de Mauricio, el de los azules, es el de convencer a los dirigentes nacionales de su partido que no es el momento de repartir cargos, sino de ir con los mejores hombres y mujeres.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]