El humo de tabaco está causando cáncer inclusive a no fumadores

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Actualmente, el cáncer de piel en México aumenta de manera considerable debido a la alta toxicidad del humo de tabaco, afectando tanto a los fumadores activos como a los pasivos, afirmó el especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Arnulfo Albores Medina.

Sin embargo, reconoció que prevalece un sub-registro, ya que la mayoría de los dermatólogos no toman en cuenta los efectos de los cigarrillos.

Indicó que Yucatán no es la excepción, ya que el cáncer de piel vinculado con el tabaquismo es cada vez más evidente.

Explicó que muchos de los compuestos tóxicos que contiene el humo del cigarro pueden depositarse sobre muebles, paredes, piso, ropa, cualquier objeto del entorno del fumador, e incluso él mismo.

Remarcó que otros individuos pueden entrar en contacto con éstos compuestos a través de la piel, luego absorberse y transportarse a todo el organismo por el torrente circulatorio.

Definió éste proceso como “humo de tercera mano” o “cuando el cigarro se apaga”, con consecuencias nocivas para la salud.

“La toxicidad del humo del tabaco es tan compleja, como el número de productos químicos que contiene y que resultan en numerosas patologías”, acotó el investigador del Departamento de Toxicología del Cinvestav.

Aseveró que la exposición al humo que no es inhalado ni por el fumador activo ni el pasivo, es preocupante, pues las moléculas producidas por la combustión del tabaco permanecen en el ambiente durante mucho tiempo.

“Éstas pueden sufrir modificaciones al oxidarse y transformarse en compuestos diversos y diferentes a los que les dieron origen, cuya naturaleza ni imaginamos, por lo que desconocemos los efectos que causen a la salud”, subrayó durante la entrevista concedida.

Albores Medina reconoció que hasta el momento no se han estudiado todos los tóxicos contenidos en el humo del cigarro y sus posibles consecuencias.

Recordó que el humo del tabaco es una mezcla compleja que contiene alrededor de siete mil productos químicos, entre ellos el cadmio, arsénico, benceno, tolueno, e hidrocarburos aromáticos poli-cíclicos.

Alertó que muchos de ellos están clasificados como carcinógenos, además de nicotina, el compuesto responsable de la dependencia.

Cada una de las siete mil moléculas tiene características propias, de tal manera que algunas son solubles en agua y otras en lípidos, por lo que tienen efectos diferentes en la salud, abundó.

Aseveró que “el humo que queda en los objetos atraviesa la piel y se incorpora a la circulación sanguínea, porque la dermis permite el paso de compuestos lipídicos”.

“Hay moléculas que tienen cierta reactividad y otras forman parte de nuestro organismo, y no necesariamente van a causar algún problema. Sin embargo, altas concentraciones de otros tóxicos y/o de sus mezclas, sí nos pueden dañar”, abundó.

Enfatizó que muchos de ellos, solo requieren que unas pocas moléculas entren al organismo en el momento propicio para que alteren a una célula y, si ésta no puede controlarla, causa un daño tal que, con el paso de tiempo que pueden ser años, el individuo desarrolle una enfermedad grave.

Ejemplificó el caso del arsénico que contiene el humo del cigarro, el cual genera cáncer de piel, pero pueden pasar hasta 20 o 30 años para que se manifieste.

Abundó que no todos los compuestos presentes en el humo del tabaco generan efectos similares, ni al mismo tiempo, pues cada uno afectará al organismo de acuerdo con sus características y a las particularidades de el o los individuos expuestos; por ejemplo, género, edad, estado de salud, nutricional, etcétera.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comparte
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Notas recientes.

Síguenos

Yucatán Ahora 2024