El fiscal me dijo que soy una impostora, denuncia agraviada

[vc_row][vc_column][vc_column_text]”El fiscal me dijo que soy una impostora de la casa porque la dueña es Rosalinda Magaña Solís, apoyada por la juez Claudia Ileana Pedrero Irabién y la juez Fanny Iuit”, con estas palabras recuerda doña Bertha Marisela Magaña Solís una reunión que sostuvo hace una semana con el fiscal Wilberth Cetina Arjona.

“Además de que me hizo esperar mucho tiempo, me llamó impostora”, explicó la agraviada, quien está siendo despojada de una casa por su propia hermana mayor Rosalinda. “Llegamos desde las 12 del día y me recibió por ahí de las 5 de la tarde, no se compadeció ni siquiera porque me desmayé durante el plantón ni le importó que soy una mujer de la tercera edad”.

La orden de desalojo del predio salió desde el lunes 25 de febrero a las 10 de la mañana, pero hasta ahora no se ha ejecutado.

Este viernes un grupo de amigos de doña Bertha realizó un nuevo plantón de apoyo, en la casa que reclama la hermana Rosalinda, ubicada en la calle 29 entre 10 y 12 de la colonia México y donde ha vivido por 45 años.

Como informamos, una serie de irregularidades y atropellos, avalados por la Fiscalía General del Estado, están a punto de derivar en el desalojo de la señora Bertha Magaña.

Quien la despoja del predio es su propia hermana Rosalinda Magaña, en complicidad con su hijo y su nuera la juez mercantil Claudia Pedrero Irabién.

La denunciante realizó el viernes 22 de febrero una protesta en la Fiscalía General del Estado, acompañada de amigos y vecinos que la apoyan en su lucha para impedir que se ejecute la orden de desalojo del predio.

La protesta se hizo en la Fiscalía porque la dependencia no le ha dado curso a una denuncia penal por hechos delictuosos que se promovió, derivada de este caso que se ventiló en un juzgado civil. En caso de haber llegado ante un juez penal el expediente que nunca turnó el Ministerio Público, la demanda de desalojo se hubiera frenado.

Entre los hechos delictuosos está que la dueña original del predio, la señora Lilia Solís Alcocer, madre de ambas hermanas, no podía donarle la casa a Rosalinda, porque la propietaria ahora fallecida estaba diagnosticada con Alzheimer desde el año 2000 y la supuesta escritura es de 2013.

Como es ilegal la donación, ya que la supuesta donante fue declarada con esa enfermedad 13 años antes de la firma de las escrituras, la denunciante considera que hay tráfico de influencias para favorecer a Rosalinda Magaña.

Las influencias las ejercería la juez Claudia Pedrero Irabién, nuera de Rosalinda Magaña.

“Ellos tienen 15 casas en Mérida, yo solo esta donde he vivido desde hace 45 años y donde cuidé a mi mamá”, expresó entre lágrimas donde Berthita.

El juicio se sigue en el Juzgado 1o. Civil que encabeza la juez Fanny Iuit Arjona.

A pesar de que se informó al juzgado Civil de la denuncia penal, el curso de la demanda de desalojo siguió, es decir, no se suspendió en tanto se resuelve el asunto en el ámbito penal.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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