El alcohol los junta y ellos acaban matándose: recuento de tragedias entre ebrios

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Pleitos que terminan en tragedias, la mayoría de ellos con bebidas embriagantes de por medio, son frecuentes en Yucatán, donde como ya dijimos la gente no muere a manos de sicarios, como ocurre en Quintana Roo o Tabasco, sino por alcoholismo.

Los hechos relacionados con la ebriedad aumentan significativamente los fines de semana, como quedó en evidencia el domingo pasado, cuando hubo dos muertes vinculadas al consumo de alcohol.

La primera ocurrió en la comunidad de San Antonio Hool, donde dos cuñados pelearon en el campo de beisbol por una bocina de 500 pesos. Uno de ellos acuchilló al otro, con saldo de un fallecido y un fugado.

La otra tragedia sucedió en el Periférico sur, donde una pareja alcoholizada iba peleando en el espacio divisorio y, en medio de jaloneos, cruzaron sin percatarse que se aproximaba un vehículo que los arrolló. Ella murió en el lugar de los hechos y él fue llevado gravemente herido a un hospital.

A continuación, un recuento de los casos ocurridos desde principios de año.

En enero una mujer de 18 años mató a cuchillazos a su marido después de que discutieron. El hombre llegó ebrio y comenzaron a discutir, la mujer cansada de las discusiones tomó un cuchillo y lo hirió en tres ocasiones, perforándole el costado derecho del tórax. Fue trasladado al hospital, donde falleció, y la mujer fue detenida. Sucedió en Vergel III.

En febrero una pareja de esposos de Kanasín terminó en el hospital, luego de que entraron en defensa de una joven que recibía una golpiza por parte de su esposo. El atacante era cuñado de la pareja, quien estaba ebrio, y al ver que la fueron a defender, tomó un machete y agredió a la pareja, ocasionándoles heridas que los mandaron al hospital.

Ese mismo mes, en Tetiz, un joven de 14 años propinó varios cuchillazos a su padre, quien como era costumbre, llegó ebrio y maltrató a la mamá, por lo que, cansado de las agresiones, el muchacho tomó un cuchillo y se abalanzó contra su padre, ocasionándole heridas considerables que por fortuna no terminaron en tragedia.

En marzo el alcohol ocasionó una pelea entre hermanos, generando que uno termine con el estómago rebanado. Tras ingerir bebidas alcohólicas, los hermanos recordaron viejas rencillas hasta que terminaron en los golpes, el menor tomó un cuchillo y le ocasionó una herida en el abdomen con exposición de vísceras, el herido fue trasladado al hospital y el otro terminó en la cárcel. Sucedió en Sodzil Norte.

En abril, un hijo mató a su padre de un balazo, el percance fue por accidente. Mientras ambos cazaban venado, el hijo vio un pavo y le disparó, pero en ese momento el padre se atravesó y la bala le pegó en el rostro, falleciendo de manera instantánea.

El mismo mes de abril, un antiguo problema familiar y el alcohol ocasionaron que una familia entera de Timucuy terminara en el hospital, cuando un sobrino con sus dos hijos, quienes estaban alcoholizados, ingresaron al predio de la familia y con tubos golpearon a los siete integrantes, que terminaron en el hospital. Los atacantes fueron detenidos.

En agosto sucedió un caso curioso, en el que las bebidas embriagantes otra vez fueron factor, ya que un hombre alcoholizado fue abandonado en la carretera después de irse de excursión en camión a Celestún. Cuando retornaban, el hombre comenzó a agredir a su esposa, por lo que familiares intervinieron golpeándolo y bajándolo del autobús. Fue encontrado por las autoridades en la carretera Mérida-Tetiz y contó lo sucedido.

En septiembre hubo tregua en este tipo de conflictos familiares agravados por el alcohol.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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