Dzibilchaltún ya no será más un balneario: INAH

La zona arqueológica de Dzibilchaltún no volverá a ser un balneario, aseguró Arturo Chab Cárdenas, director del Centro INAH-Yucatán.

El funcionario señaló que los contaminantes encontrados en el cenote X’lacah, son fundamentalmente residuos químicos de protectores solares y otros elementos de uso humano para la piel, por lo que se ha determinado no volver a abrir el cenote como balneareo.

El funcionario habló con los medios de comunicación luego de presentar un foro de turismo sustentable que se realizará en ese recinto histórico el próximo 6 de diciembre.

Dijo que, las autoridades federales se han marcado como objetivo recuperar la presencia de la zona arqueológica cuidado sus atractivos naturales y protegiendo el Parque Nacional.

Señaló que, el cenote es un recinto protegido y que por décadas se usó como zona recreativa donde cientos de personas podían bañarse y esto ocasionó que, el agua se contaminara debido a las condiciones de uso de químicos en los protectores solares, dañando a la flora y fauna del estanque.

Chab Cárdenas añadió que, desconoce si el manto acuifero está contaminando con desechos humanos, como se informó anteriormente, pero que se analiza de manera permanente el agua para tener una recuperación del espacio, comentó.

El cenote X’lacah fue el sitio de donde se obtuvieron gran parte de los vestigios mayas encontrados –entre ellos vasijas, huesos tallados y objetos de madera– ofrecen valiosa información sobre el asentamiento antiguo de la urbe que datan de hace poco más de 2 mil 500 años y que habitaron en las cercanías.

Algunos datos históricos detallan que, Dzibilchaltún -que significa: “Lugar donde hay escritura en las piedras”-es una planicie calcárea, con un cenote X’lacah, que significa “pueblo viejo”; con agua permanente a ras del suelo, alrededor del cual, se asentaron los primeros pobladores de esa región durante el período Preclásico Medio y el Preclásico Tardío (500 a.C.-250 d.C.).

Este estanque natural, mide alrededor de 50 m de largo en su eje norte-sur, por 20 m de este a oeste. En su parte más profunda toma una forma inclinada y alcanza los 44 m en el noreste, hacia donde se abre una amplia galería horizontal y oscura, cuyo extremo se desconoce.

En la entrevista, el funcionario federal recalcó que, una de las tareas del INAH es la de recuperar las condiciones de seguridad, protección y preservación del recinto, por ello, trabajan en diferentes áreas y próximamente se abrirán nuevos espacios que hasta ahora no están a la vista de los asistentes, que permitirán conocer mucho más de la grandeza histórica de esta antigua ciudad maya.

Detalló que, tras la pandemia, los avances de los especialistas e investigadores han permito conocer nuevos hallazgos y en breve se abrirá un nuevo juego de pelota, que ha sido recuperado y que se desconocía su presencia y trascendencia en esta urbe, que era considerada un punto comercial para los mayas.

Añadió que, los investigadores están trabajando sobre nuevas edificaciones y construcciones que se encontraban perdidas entre la selva, que no habían sido debidamente estudiadas y que ahora, tras cumplir el litigio entre los ejidatarios de dos comunidades se ampliará el periodo de estudios para conocer más de esta antigua ciudad.

Añadió, que de la mano de estas obras, en breve se abrirán nuevas áreas en Chichen Itzá y Uxmal, para que el visitante pueda deslubrarse de nuevas evidencias y obras construidas por la etnia maya y que dieron esplendor a esta ancentral cultura, que aun no ha sido conocida en todo su esplendor, declaró.

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