Diputados priistas vs. “Panchito”: crónica de un arrodillamiento evidenciado

Si Francisco Torres Rivas, el repudiado presidente estatal del PRI, pretendía que una reunión celebrada ayer para conciliar con sus diputados locales pasara en secreto, equivocó el día, el lugar y la hora.

Cuando el vilipendiado dirigente tricolor entró el sábado por la mañana al hotel Hampton (frente al Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI) lo primero que hizo fue ver casi medio centenar de periodistas que estaban cubriendo el anuncio de la cartelera de artistas para el Carnaval Mérida 2020.

Por un momento los pies se le hicieron plomo a quien se hace llamar con el mote “Panchito”, pero no le quedó de otra que continuar su camino a paso veloz y tratando de ocultar la cara.

Sin embargo, no era necesario que pretendiera deslizarse como los reptadores, pues la inmensa mayoría de los reporteros era de espectáculos y casi nadie reparó en el ex secretario de obras públicas.

Tras “librar” a la prensa, Torres Rivas fue a refugiarse a un salón del hotel, acompañado de funcionarios que estuvieron en el gobierno rolandista, pero hubo ojos que sí vieron quién era.

Quienes llegaron un poco más temprano fueron los diputados locales, que lo hicieron antes de que el lobby del Hampton se llenara de periodistas.

Sin saber lo que les esperaba, las diputadas Lila Frías Castillo y Karla Franco Blanco salieron de un salón donde se reunieron con su coordinador Felipe Cervera Hernández.

Al ver a la prensa se desconcertaron momentáneamente y luego de reaccionar atinaron esconderse en el baño. Poco después las alcanzó ahí Janice Escobedo. Ahí estuvieron las tres por espacio de 20 minutos, tal vez dando tiempo a que se fueran los periodistas, que ni siquiera repararon en ellas.

Quienes solo se asomaron momentáneamente, al parecer ya advertidos de los periodistas, fueron Felipe Hernández, el izamaleño Warnel May Escobar y el umanense Enrique Castillo Ruz. Tras acechar unos segundos, se escurrieron hacia la parte trasera por un pasillo exterior

Quien de plano llegó bastante demorado fue Luis Borjas Romero, diputado por Ticul, quien cruzó entre los periodistas incluso saludando.

Ya se estaba yendo hacia el final del pasillo del lobby cuando lo fue a buscar el ex diputado Antonio Homá Serrano, quien se encargaba de guiar a los legisladores hacia donde estaba “guardado” Torres Rivas.

Por cierto, hace ya varios días que se venció el plazo que dieron los diputados locales para que renunciara “Panchito”, quien ante los priistas y la gente mostró indiferencia y dijo que no le preocupaba en lo mínimo tal petición, pero por otro lado buscó afanosamente a sus legisladores que lo acusaron de mentiroso y de falto de seriedad.

Si quería que nadie se enterara de sus verdaderas intenciones, equivocó la hora, el día y el lugar.

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