Diana Caballero, la fotógrafa que vive entre abejas

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Diana Caballero vive entre abejas, les toma fotos, las conoce bien y difunde su importancia, ellas a cambio la acompañan en su trayectoria como fotógrafa de naturaleza.

Diana vive en Veracruz desde hace unos cuatro años y dedica su tiempo a buscar abejas, en específico las solitarias, y es que a decir de Caballero, en el inconsciente colectivo domina la idea de que sólo existe una especie de abeja, que es la europea (Apis mellifera), de donde además se obtienen miel, ceras, polen y otros insumos; sin embargo, en el mundo existen entre 20 mil y 25 mil especies diferentes de himenópteros.

Este lunes se celebra el Día Mundial de las Abejas, y por primera vez el año pasado se celebró en el país el Día Nacional de las Abejas, el 17 de agosto pasado, relató la experta en esos insectos.

Además, explicó que 93 por ciento de las especies de abejas son solitarias, es decir, que viven lejos de una comunidad o una sociedad, así, el macho y la hembra se reúnen en el cortejo, luego el macho muere y es la hembra la que se queda a cargo de la labor de construir el nido y provisionar las celdas de alimento para las crías.

En su opinión, se ha perdido de vista a las abejas solitarias debido a que no generan insumos para los seres humanos; sin embargo, como polinizadoras tienen una labor fundamental, incluso algunas son las encargadas de polinizar sólo ciertos tipos de plantas, por lo que no mirar a este grupo de himenópteros solitarios sería como no observar a todas las especies de flores y plantas a las que ayudan en sus procesos de polinización.

“Me gusta la conducta animal, la fotografía te invita a observar cómo se comporta la naturaleza y los seres que habitan en ella”, explicó a Notimex al referir que su interés se enfoca en las abejas solitarias ante la diversidad de colores y tamaños.

“Ellas rompen con los esquemas de las abejas que dominan el imaginario colectivo”, en ese sentido, abundó que incluso hay algunas que tienen todos los colores del arcoiris u otras cuya estructura morfológica es bien diferente a la que comúnmente se le relaciona.

La fotógrafa mexicana, que además es una de las cuatro personas en México que forman parte de la Liga Internacional de Fotógrafos de Conservación, refirió que contrario a lo que se piensa, sólo un porcentaje pequeño de estos insectos vive en sociedades.

Por ello, desde 2014 centra sus actividades como fotógrafa en dar a conocer la importancia de develar la existencia de las abejas, en específico, de las solitarias, y es que, dijo, se desconoce la enorme diversidad de especies de este insecto y las personas piensan que sólo existen las amarillas con negro, con un aguijón que pica, aunado a que la Apis mellifera, que es la que todo el mundo conoce, es un ejemplar introducido, es decir, no es originaria del país.

“A las abejas, desde las primeras culturas, se les reconoce su labor de producir miel, propóleos y ceras, pero las abejas son mucho más que esos productos que ellas almacenan y que nosotros les robamos para nuestro consumo”, su labor y valor prioritarios está en la polinización de las plantas, puntualizó.

Así, explicó que además de los insectos solitarios, existen otros que son endémicos del país, denominados abejas sociales sin aguijón; sin embargo, aun cuando llevan ese nombre sí cuentan con uno, sólo que no es funcional. En México se reportan al menos unas 46 especies que viven en zonas tropicales y subtropicales con una organización bien establecida.

Si bien sólo se considera que la Apis mellifera es la única que produce miel y otros insumos, en Yucatán hay una especie denominada Melipona y cuyos procesos de apicultura datan desde los mayas, en tanto que en Cuetzalán existen referencias de esta actividad en especies nativas, procesos que se desarrollan desde muchos años atrás.

Diana ama a las abejas, las conoce tras largos periodos de observación para poder tomar la fotografía perfecta; para ella, cada especie de abeja es diferente, “cada abeja es muy particular en su morfología y hábitos, aunado a que su conducta está relacionada con las plantas que visitan, es decir, aquellas que tengan características que les permiten acceder a los recursos que la naturaleza provee.

Para fortalecer su actividad como fotógrafa de naturaleza, Diana ha emprendido caminos que la han llevado a conocer abejas de Puebla, Oaxaca y Yucatán, por mencionar sólo algunos de los caminos que a tomado para vivir entre abejas, aunque todo comenzó en Veracruz, donde vive desde hace 15 años, porque es originaria de la Ciudad de México.

Tras varios años de seguir a estos insectos, la fotógrafa conoce bien los sonidos que hacen, incluso puede reconocer algunas por el aleteo y cuenta con imágenes para documentar la existencia de unas cinco diferentes especies nativas del país.

“Sentir cómo empiezan a vibrar y descubrir de dónde vienen los sonidos y vibraciones, esperar a que nazcan las crías de las abejas solitarias, ver sus primeros movimientos, cómo se limpian y reciben la información que su madre les dejó en las resinas y materiales que utilizaron para construir sus capullos, cuando salen de sus éstos ya cuentan con recursos con los que pueden tener un mapa para ir las plantas que necesitan para sobrevivir”, narró.

Caballero, que este año expuso su obra en el Senado de la República, explicó que la mejor manera de proteger a estos insectos es sembrar plantas para ellas, aunque puntualizó en la importancia de reflexionar hábitos de consumo que impactan de manera negativa en ellas, en específico, la deforestación que deriva en menos lugares para habitar, así como los efectos del cambio climático. (Con información de Notimex)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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