Desinterés por acontecimientos arqueo-astronómicos en varias zonas arqueológicas

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Por desapercibido pasan fenómenos como del Sol en el Cenit en diversas zonas arqueológicas, debido al desinterés de las autoridades por fomentar la arqueoastronomía, afirmó el astrónomo yucateco, Eddie Ariel Salazar Gamboa.

Indicó que el suceso se registra a partir de ayer, y concluirá mañana, y a pesar de las buenas condiciones atmosféricas, en los sitios no hay programas para que los visitantes lo puedan apreciar.

Ayer, la desaparición momentánea de la sombra de objetos verticales se apreció en Dzibilchaltún, Acanceh y Mayapán, pero el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur) así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no efectuaron actividad alguna.

Hoy, el Sol estuvo justo en medio de la bóveda celeste correspondiente a Chichén Itzá, pero ni los guías de turistas se percataron del acontecimiento, expresó.

Asimismo, mañana ocurrirá en Uxmal y Oxkintok, pero no está previsto realizar evento alguno, a pesar que sucederá en un horario abierto al público.

Detalló que en este suceso solar se registra a las 12:57 horas, cuando al Sol tenga un ángulo de 90 grados con respecto al horizonte, es decir, que esté justamente sobre nuestras cabezas.

La ausencia de sombras perpendiculares se da cuando la declinación del Sol coincide con la latitud geográfica del lugar y en el caso de Mérida, es de 20 grados y 58 minutos al norte, acotó el académico del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM).

Explico que el primer paso del Sol en el cenit ocurrió del 22 al 24 de mayo pasado, dichas ciudades prehispánicas.

“Es el fenómeno previo al solsticio de verano, que ocurrió el pasado 21 de junio, con una diferencia de 28 días, es decir, exactamente un mes lunar”.

Comentó que el segundo acontecimiento de sol en el cenit se da 28 días después del solsticio de verano, del 18 al 20 de julio.

Salazar Gamboa consideró éste suceso como un fenómeno simétrico del Sol con respecto a la bóveda celeste, pues hay 28 días con respecto a una fecha determinada.

Remarcó que durante 56 días se forma una triada Tierra – Sol – Luna, y para los sacerdotes astrónomos mayas bien pudo significar como el mejor momento para cultivar, aprovechando las lluvias que caen en éste período.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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