Desaprovechada la riqueza arqueológica del país

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los intereses económicos del sector gubernamental y empresarial impiden el mejor aprovechamiento de la riqueza arqueológica del país, afirmó el especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Bolfi Efraín Cotton Ulin, al lamentar la falta de promoción turística a ciudades precolombinas poco conocidas.

Indicó que a los importantes sitios arqueológicos se destina millonarios recursos para la promoción, tal el caso de Chichén Itzá, Teotihuacan, Tulum y Palenque, y tan sólo en lo que va del año, a estas ciudades prehispánicas han acudido el 60 por ciento del total de visitantes.

Sin embargo, de las 200 zonas arqueológicas abiertas al público, 97 han recibido menos del 0.1 por ciento del total de paseantes registrado en los primeros ocho meses del año.

Incluso, en septiembre pasado fueron ocho los sitios que no recibieron visitante alguno, tal el caso de Chacmultún, en Tekax.

Lo mismo ocurrió en Cueva Grande, Huapoca y Cuarenta Casas, en Chihuahua, respectivamente, así como Vega de la Peña y Cuauhtochco, ambas de Veracruz, Las Pilas, Morelos, y Ocoyoacán, Estado de México.

“Al gobierno y al empresario sólo le interesa las zonas arqueológicas más relevantes y con mayor fama, por lo que minimizan el resto, a pesar de la importancia histórica del patrimonio”, acotó durante la conferencia magistral que sustentó en el marco del I Congreso Interdisciplinario del Sureste.

Destacó la importancia y necesidad de destinar recursos para promocionar los sitios que son pocos conocidos, y así diversificar las opciones para el turismo arqueológico.

“El problema es la falta de criterio y la poca visión que tiene el gobierno y la iniciativa privada sobre la importancia del patrimonio histórico”, subrayó en la ponencia que ofreció en el Edificio Central de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).

Remarcó que la importancia de un sitio se tiene que ver desde un punto de vista político, histórico, social, cultural y económico, por lo que la intervención de los académicos e investigadores es esencial para equilibrar la visión gubernamental y empresarial.

Por otra parte, expresó que debido al acelerado crecimiento de la industria de la comunicación, se establece “la era de la banalidad”, en la cual los jóvenes empiezan a modificar el verdadero concepto de cultura.

Es decir, se olvidan de los hechos históricos para vivir el presente, a pesar de que mucha de la información que se divulga en las redes sociales es ficticia y confusa.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comparte
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Notas recientes.

Síguenos

Yucatán Ahora 2024