Cuando los hijos quedan atrapados entre dos amores

[vc_row][vc_column][vc_column_text]En el mundo entero la expresión “Alienación parental” suena cada vez más fuerte y Yucatán no es, lamentablemente, la excepción a la regla.

Cuando hablamos de SAP (Síndrome de Alienación Parental) nos referimos a cuando padres y madres separados o divorciados hablan continuamente mal del ex cónyuge con los hijos mutuos. No importa cuántos años tengan los hijos en común, siempre se ven expuestos a escuchar a uno de los padres desacreditar sin piedad al otro y los chicos se sienten atrapados entre dos amores. El SAP recrudece cuando hay luchas por custodias, manutenciones y divorcios complicados.

Los adultos llevan la batuta de la situación pero ¿Quién piensa en los hijos? Ellos sufren porque muchas veces no entienden lo que pasa y se creen culpables. Crecen inseguros y corren el riesgo de convertirse en integrantes de futuras familias que pueden fracasar. Pueden tener problemas de conducta y escolares y cargan con una emoción negativa que les genera confusión hacia el cónyuge que se desacredita.

En Yucatán existe la asociación “Lazos Protectores del Surestes, que lucha contra el SAP y cuyos integrantes ayer se manifestaron frente al Tribunal Superior de Justicia para pedir una justicia familiar pronta y expedita. La manifestación se realizó en el marco de la conferencia “La Constitución de Yucatán de 1918” que impartió el Ministro Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Luis María Aguilar Morales.

El término SAP fue creado por el psiquiatra Richard Wagner en la década del 80 y aunque la Asociación Americana de Psicología no ha aceptado el término como diagnóstico, en varios países de América Latina como Chile se acepta y se usa en casos de custodia.

Para tener en cuenta

Si conoces a alguien que pasa por esta situación de Alienación Parental o tú mismo como adulto eres parte integrante de una separación y mala relación con tu ex cónyuge y tienes hijos, ten en cuenta los puntos que detallamos a continuación para que entiendas cómo se siente un hijo:

  • El niño llega a pensar que hay algo de cierto en lo que le han dicho sobre su padre o madre.
  • Se comporta como si estuviera enajenado del padre o madre; como si no lo quisiera o si aquel no existiera emocionalmente.
  • Insulta y menosprecia constantemente a su padre o madre (con frecuencia el custodio), diciéndole adjetivos degradantes.
  • Hace racionalizaciones absurdas de los eventos que ocurren.
  • Aparenta ser un pensador independiente y reflexivo, pero sus apreciaciones no tienen fundamento real.
  • Es cruel y no siente culpa alguna por la forma en que trata al padre o madre.
  • Hace recuentos de escenarios prestados (por ejemplo, cambia sucesos de los sitios donde ocurrieron).
  • Expresa animosidad hacia la familia extendida de ese padre o madre.

“Los niños son inocentes, no tontos”

Pero todo tiene solución. A continuación les dejamos algunos puntos importantes para optimizar la conducta de estos hijos divididos entre dos amores:

  • Sé constante en tu amor y tu conducta. Ver el ejemplo tiene mayor impacto que lo que el niño pueda escuchar.
  • Facilita la comunicación con tu hijo para que te cuente sus dudas, sus miedos y lo que le ocurra, y tengas la oportunidad de disipar sus dudas.
  • No le hables mal tú de tu ex cónyuge. No le crees conflictos de lealtad. Permítele conocer a su padre o madre por sí mismo. Los niños son inocentes, pero no tontos. Son muy perceptivos y se van dando cuenta de quién es quién.
  • Mantente pendiente de las interacciones de la otra parte con tu hijo, y los comentarios de tu hijo. Si es muy pequeño, observa sus inquietudes y ansiedades.
  • Si notas cambios en su conducta, con tu familia o contigo, intenta conversar con la otra parte. Si te lo niega e insiste en sus acciones, considera manejar la frecuencia de las visitas paterno-filiales y su dinámica.
  • Lleva a tu hijo a evaluar por un profesional de la conducta especialista en niños.
    Maneja la ira que te cause cualquier campaña de descrédito. Tus objetivos tienen que ser la salud mental de tu hijo, tu mejor relación con él y una vida feliz y balanceada en tu hogar.

El teléfono de Lazos Protectores del Sureste es 9991 95 6523.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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