[vc_row][vc_column][vc_column_text]En marzo pasado, un grupo de amigos millennials se reunieron para crear. Sí, crear. Porque no vale encasillar a esta generación por la vía fácil de que “Son visuales en lugar de textuales”, “Se aburren muy rápido”, “No conocen de sacrificios” ni mucho menos vamos a decir que “Les da flojera todo”. También se ponen las pilas y cuando les pica el bichito de la curiosidad, no tienen freno. Ellos mismos le ponen la tapa a los detractores y dicen, sin medias tintas: “Nosotros creemos en las personas y en los esfuerzos individuales, la gente que quiere crear, simplemente crea y no pone pretextos”. Así, sin vueltas.
Y en Yucatán hay toda una movida de millennials hambrientos de generar nuevos espacios y crear. En este caso nos referimos a cuatro amigos treintones que armaron “Killer Quakes”, una editorial que desprende productos y mercancías de autor que revoluciona el mercado editorial en un punto simple y directo: Rompe con los intermediarios y crea un puente directo con el público, casi una relación que, si se cuida y alimenta con cariño y creatividad, puede durar toda la vida. Sin duda estos chavos se animaron a pisar un terreno un tanto virgen, sin embargo, van por buen camino y ya se empiezan a abrir puertas. Muchas.
Vamos a contarles un poco quiénes son los integrantes de Killer Quakes, cien por ciento yucatecos:
Hay una chava ilustradora que se hace llamar “muertosruz”. Es diseñadora gráfica, se dedica a la publicidad, al arte y a la ilustración y es co-fundadora de Pildorita Estudio y Killer Quake. Acaba de publicar un libro titulado “Muertos”. Para los que todavía no conocen su trabajo, no duden un instante en visitarlo en Instagram como @muertoruz.
Hay un chavo que se llama Héctor Turriza y es humorista gráfico, ilustrador, publicista, ex docente y co-fundador de Pildorita Estudio y Killer Quake. Colabora en diversos medios nacionales e internacionales. Pueden seguir su trabajo en el blog Turrilandia y en Facebook e Instagram.
Rodrigo Solís es articulista, periodista, novelista, publicista, ex futbolista profesional, ex docente universitario y co-fundador de Pildorita Estudio y Killer Quake. Actualmente su columna semanal se publica en 18 países. Pueden leerlo en pildoritadelafelicidad.com
Raúl Sánchez es empresario, lector voraz y amante del arte. Promotor de diversos proyectos artísticos y socio de la empresa RAS, dedicada a la supervisión y control de obras.
Nada mejor que estos cuatro creativos nos cuenten cómo viene la movida. Acá va la entrevista que les hicimos:
¿Qué es Killer Quake? ¿Cuándo y por qué surgió?
KQ es una empresa que se dedica a la creación de libros y productos de autor. Surge cuando decidimos renunciar a nuestros trabajos en agencias publicitarias y abrir una propia, “Pildorita Estudio”. Todos somos autores, así que constantemente estamos creando. Así nos dimos cuenta de que teníamos proyectos que queríamos trasladar del plano digital al físico.
¿Y cómo vivieron ese “traslado”?
Cuando eres un creador que quiere vender sus productos o publicar sus libros, siempre te topas con las limitaciones que crean las editoriales y los distribuidores, así que decidimos asociarnos para producir nuestras obras del mismo modo en el que trabajamos en nuestra agencia: cortando a los intermediarios y estableciendo un vínculo más cercano con nuestros seguidores.
O sea que es posible cortar con los intermediarios ¿Cuál es entonces la finalidad de Killer Quake?
Simple: materializar los proyectos artísticos de autores en los que creemos, que por razones circunstanciales hasta la fecha no han podido ver la luz.
¿Cómo y por qué se parece a “Orsai”? (Revista y editorial argentina que se hizo reconocida a nivel mundial por ser la primera de Latinoamérica que rompió con las editoriales e intermediarios y creó un sistema de distribución directa con su público en todo el mundo. Ahora hay hasta Bar Orsai…)
Orsai tiene una narrativa propia, además de una ideología apasionante, misma que sólo puede construirse a través de los años, superando una y otra vez los obstáculos de ir todo el tiempo a contracorriente. Pretender ser iguales a ellos sería un error garrafal. Lo que sí compartimos es el sentido común que nos permite ver lo evidente: los intermediarios, además de quedarse con todo el dinero, crean un muro altísimo y electrificado entre público y autor. Por el momento somos cuatro amigos que hacen el trabajo de 20 personas porque laboran bajo los más estrictos estándares de calidad y disciplina. Ahora mismo estamos en pláticas con Orsai para ser sus distribuidores en Norteamérica, y a su vez, ellos ser nuestros distribuidores en Sudamérica.
Muertosruz sacó su libro “Muertos” y fue la que inauguró recientemente el lanzamiento de Killer Quake. Cuéntennos cómo fue el proceso.
“Muertos” es un proyecto que surgió de las obsesiones de su autora, de su constante análisis de lo que se siente vivir e ir muriendo al mismo tiempo. La manera en la que está estructurado el libro responde a que la vida y la muerte son una experiencia universal, y lo que nos hace diferentes son los rituales que rodean esos hechos. Muertos es un libro con 66 historias silentes. El lenguaje del silencio es universal, su autora quería que sus mensajes gráficos los pudiera interpretar cualquier persona y pudiera describirlos usando sus propias experiencias. La muerte está llena de símbolos que tienen que ver con lo que aprendimos en vida.
¿Cómo arrancó este proyecto?
Empezó en una cuenta de Instagram, en la que su autora quería probar si alguien fuera de sus amigos se identificaba con sus ilustraciones, así que lo hizo de manera anónima y en poco tiempo tuvo más de 10 mil seguidores.
Ahí fue cuando decidimos sacar el libro por nuestra cuenta haciendo una preventa en Kickstarter.
¿Cómo es eso de la preventa?
El objetivo era conseguir el dinero suficiente para imprimir mil ejemplares, por ello armamos paquetes e hicimos productos exclusivos que tenían que ver con la narrativa de las ilustraciones del libro, los promovimos de manera orgánica en nuestras redes sociales y llegamos a la meta del fondeo al segundo día.
¿En dos días? ¿Y cuánto lograron juntar?
Al final juntamos un 240% de lo que necesitábamos. El dinero que obtuvimos lo utilizamos para publicar el libro y para producir productos que pueden adquirirse en killerquake.com.mx
¿Qué aporta Rodrigo Solís como escritor a Killer Quake?
Una novela que lleva los últimos 10 años de su vida escribiendo, reescribiendo y volviendo a escribir. En 2012 la publicó anticipadamente en una muy querida editorial española independiente, y, haciéndole honor al título (“Mala Racha”), apenas vio la luz detonó con el despido de Rodrigo de su trabajo, se reventó los ligamentos cruzados de la rodilla jugando fútbol, e infinidad de etcéteras; además de que muchos lectores al comprar la novela sufrieron extraños accidentes. Es decir, el libro se convirtió en un amuleto de la mala suerte. Aún así, logró agotar su primer tiraje. “Mala Racha” es una de las apuestas editoriales de KQ para el 2018.
¿Cómo ven la movida cultural en Yucatán? ¿Qué se está haciendo? ¿Qué hace falta?
Conocemos a gente que está haciendo cosas increíbles, cuyo trabajo no se limita a Yucatán. Las redes sociales nos han dado a todos las mismas posibilidades de darnos a conocer. Los autores llegan hasta donde quieren o tienen la capacidad de llegar, local o mundialmente, todo depende de cada uno. Desconocemos si hay algún movimiento artístico que pueda abarcar a todos los creadores. Nosotros creemos en las personas y en los esfuerzos individuales, la gente que quiere crear, simplemente crea y no pone pretextos.
Cuéntenos sobre los próximos proyectos de Killer Quake ¿Qué se viene?
Publicaremos los nuevos libros de Rodrigo Solís, Turrilandia y muertosruz. Sacaremos más líneas de productos, y también estamos cerrando tratos con autores geniales para que publiquen y produzcan con nosotros.
Para más información y compra de libros y productos, hagan click en www.killerquake.com.mx, facebook.com/killerquake, instagram.com/killer_quake.- Cecilia García Olivieri.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
