[vc_row][vc_column][vc_column_text]Fernando Enrique González Alarcón está desesperado. Hace más de dos años un gestor vehicular le robó literalmente su auto y, desde que puso la denuncia en la Fiscalía N° 33 de San José Tecoh, sólo ha recibido evasivas como respuesta. Y del Verna rojo, ni noticias.
Fernando sufre de una discapacidad motriz, así que en julio de 2015 un amigo manejaba su auto en la carretera Mérida-Progreso. Lamentablemente el conductor dormitó, se salieron de la carretera y chocaron. Los dos salieron ilesos.
Cuando llegó la Policía Federal, el Verna rojo fue llevado al corralón. “Como soy una persona discapacitada, no pude dar las vueltas para retirar el carro, así que mi hermana -quien tampoco pudo ocuparse porque está enferma- buscó a un gestor vehicular que conocía (es vendedor de productos Omnilife) para que averiguara por nosotros cuáles eran los trámites para retirarlo”, relata Fernando y, en aquel entonces, no sabía que la pesadilla recién comenzaba.
El gestor vehicular se llama Hafid Mendoza Sánchez y en agosto de 2015 le pidió a la hermana de Fernando la factura original del auto, así como la tarjeta de circulación. Su hermana, de buena fe, le entregó todo ya que había confianza, lo conocía. Sin embargo los planes de Mendoza Sánchez eran otros.
“Luego de sacar el auto del corralón, este hombre nos dijo que el vehículo era ahora de él y que no pensaba devolverlo. Es más, me aclaró que tenía contactos en la policía y en el gobierno y que nadie le iba a quitar el coche”, comenta, angustiado.
Inmediatamente, Fernando puso la denuncia en la Agencia N° 33 de la Fiscalía, pero desde hace más de dos años no obtiene respuestas.
“Me dan largas y largas en la Fiscalía y no me resuelven nada. Investigué en internet y veo que Mendoza Sánchez, oriundo de Tamaulipas, ya tiene denuncias por robo no sólo en Mérida, sino también en Cancún”, detalla.
Y aunque Fernando le marcó a su celular en varias ocasiones, el gestor no contesta. Tampoco obtiene respuestas de los superiores de la Fiscalía, con quienes también habló, sin éxito. “Prometen y prometen, pero nada, todo sigue igual”, sentencia.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
